En un giro inesperado, el gobierno de Chile ha admitido haber cometido errores en el proceso que autorizaba la tala de 96 araucarias milenarias para un proyecto de mejoramiento de la ruta internacional hacia Icalma, en la región de La Araucanía.
Tras una reunión entre representantes de las comunidades de Marimenuco Alto e Icalma y las autoridades gubernamentales, el delegado presidencial de La Araucanía, Eduardo Abdala, reconoció públicamente los errores cometidos. «Nosotros reconocemos que se han cometido errores, que tienen que ver con cuestiones de forma, y en ese contexto vinimos y agradecemos la oportunidad de aprender, que hay ciertas cuestiones que no podemos volver a repetir», enfatizó.
La resolución inicial de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) que había autorizado la tala de estas araucarias milenarias quedó sin efecto, y el gobierno firmó un compromiso formal con las comunidades para asegurar que el mejoramiento de la ruta no implicará la destrucción de este valioso patrimonio natural.
Comunidades Exigen Acciones Concretas
Las comunidades, por su parte, valoraron que el gobierno haya firmado un documento formal en terreno, pero exigieron que el compromiso asumido no quede solo en palabras. Alex Meliñir, dirigente de la comunidad Quinquén, indicó que «el gobierno haya firmado un documento formal en terreno» es un paso importante.
Creación de una Mesa de Diálogo
Como resultado de la reunión, se acordó la creación de una mesa de diálogo con autoridades tradicionales para evaluar una nueva propuesta de mejoramiento vial, que responda a la demanda principal de las comunidades: caminos en buen estado, pero sin comprometer el patrimonio natural.
Esta decisión refleja la voluntad del gobierno de trabajar de manera colaborativa con las comunidades locales para encontrar soluciones que equilibren las necesidades de infraestructura y la preservación del entorno natural, tan valioso para la identidad y el legado de la región de La Araucanía.