En las calles de Alto Comedero, un barrio periférico de San Salvador de Jujuy, Argentina, Matías Jurado, de 37 años, era conocido por sus vecinos como un hombre de comportamiento sospechoso. Algunos lo veían caminar con un machete al hombro, mientras que otros lo observaban cargando bultos, como si llevara la bolsa del pan cada mañana. Pocos sospechaban que detrás de esa fachada se escondía un verdadero infierno.
La Cacería de los Viernes
Según la investigación a cargo del fiscal Guillermo Beller, Jurado salía cada viernes a «cazar» personas, especialmente indigentes que dormían en la calle o se refugiaban en espacios públicos. Entablaba breves conversaciones, ofreciendo «changas» (trabajos temporales) o bebidas alcohólicas para ganar la confianza de sus víctimas. Una vez que lograba que lo acompañaran a su precaria casa, ubicada en una esquina poco transitada del barrio, Jurado actuaba solo.
El Macabro Descubrimiento
Según las declaraciones del sobrino de 17 años de Jurado, cada vez que su tío llegaba con alguien, él se retiraba. Los investigadores creen que una vez con su víctima dentro, Jurado la sometía, la mataba y luego la descuartizaba. Parte de los restos eran enterrados en el patio trasero, otros quemados en el fondo de la vivienda, y algunos terminaban en los platos de comida para los perros del asesino.
Los peritos que allanaron la casa de Jurado encontraron piel, pelos y cartílagos humanos en la cocina, en el patio y entre los utensilios domésticos, describiendo la escena como un «cementerio doméstico». Incluso se hallaron bolsas negras con huesos humanos y otros residuos orgánicos.
Un Pasado Turbio y Libertad Condicional
Matías Jurado no era un desconocido para la Justicia. Arrastraba tres condenas por robo agravado y amenazas, y una detención preventiva por homicidio cuando era menor de edad, de la que fue luego sobreseído. Desde 2021 gozaba de libertad condicional por una causa por amenaza con arma en ocasión de robo.
Ahora, Jurado está detenido con prisión preventiva, acusado por el homicidio de Jorge Omar Anachuri, un hombre de 67 años en situación de calle que desapareció el 25 de julio. Además, lo investigan por otras cuatro desapariciones, todas de personas sin techo, con problemas de salud mental y/o en vulnerabilidad extrema.
El caso del «Dahmer argentino» ha conmocionado a la comunidad de Jujuy y ha puesto en evidencia la necesidad urgente de brindar mayor protección y asistencia a los sectores más vulnerables de la sociedad.