En un mundo dominado por narrativas occidentales, la Muestra Cine+Video Indígena se erige como un espacio vital para que los pueblos originarios de América Latina y el Caribe puedan contar sus propias historias. Bajo la dirección de Alicia Herrera y Claudio Mercado, esta decimonovena edición del evento reúne 16 largometrajes y 30 cortometrajes provenientes de 12 países diferentes, seleccionados entre casi 300 obras postulantes.
Según Alicia Herrera, la creadora y co-directora de la muestra, cada vez hay mejores producciones audiovisuales y más realizadores indígenas gracias al mayor acceso a la tecnología. «Me sorprende la frescura de las películas, con miradas y encuadres diferentes, que incorporan investigación, material de archivo, animaciones», comenta entusiasmada.
Diversidad de Lenguajes y Temáticas
La riqueza de la Muestra Cine+Video Indígena radica en la diversidad de lenguajes y temáticas abordadas por los cineastas. Desde la justicia ancestral y comunitaria, hasta las resistencias territoriales y medioambientales, pasando por la transmisión de saberes ancestrales, cada película ofrece una ventana única a la cosmovisión de los pueblos indígenas.
Pero hay un elemento común que atraviesa la mayoría de las obras: la espiritualidad. «La espiritualidad es lo más importante», afirma Herrera, destacando cómo esta dimensión impregna profundamente el cine indígena.
Acceso Gratuito y Alcance Regional
La Muestra Cine+Video Indígena no solo busca dar voz a los pueblos originarios, sino también acercar estas producciones al público. Por ello, todas las proyecciones y actividades asociadas al evento son gratuitas, tanto en Santiago como en diversas regiones de Chile.
Además, la muestra tendrá una versión en línea del 11 al 13 de octubre, ampliando su alcance a nivel regional. «Cada vez hay mejores producciones audiovisuales, hay más realizadores», concluye Alicia Herrera, evidenciando el creciente dinamismo y la importancia de este espacio para el cine indígena.