En un hecho que ha conmocionado al mundo, al menos 86 gazatíes perdieron la vida este miércoles mientras intentaban acceder a la escasa ayuda humanitaria que está ingresando a la Franja de Gaza. La tragedia ocurrió cuando los civiles se congregaron cerca del paso fronterizo de Zikim, en el noroeste del enclave, con la esperanza de conseguir algo de los pocos suministros que están llegando.
Según testigos presenciales en el hospital Al Shifa, el Ejército israelí abrió fuego de tanques y francotiradores contra la multitud que se acercaba a los camiones de ayuda. «¿De qué pausa (humanitaria) me hablas?», cuestionó uno de los sobrevivientes. «Si quieren ocupar Gaza, que lo hagan ya, pero basta ya con esta historia en la que todos los días perdemos a un hermano, un amigo, un ser querido o un allegado».
Una «masacre» en medio de la crisis
El Gobierno de Hamás en Gaza informó que en la «masacre de Zikim» murieron al menos 58 personas, la mayoría de las cuales fueron llevadas al hospital Al Shifa. Otros 22 fallecidos fueron registrados en el hospital Naser de Jan Yunis, en el sur de Gaza, y 4 más en el centro del enclave.
Estas muertes se suman a las 1.239 personas que, según el Ministerio de Salud gazatí, han fallecido por disparos del Ejército israelí mientras intentaban recoger ayuda desde que a finales de mayo comenzó la distribución de asistencia humanitaria en la Franja bajo control militar, tras más de dos meses de bloqueo total.
Un «genocidio» denunciado internacionalmente
La situación en Gaza ha sido calificada como un «genocidio» por países como Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), una acusación que también han utilizado organizaciones internacionales e israelíes de derechos humanos. Más de 60.000 personas han muerto en el enclave palestino desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, según las autoridades sanitarias locales.
La tragedia de Zikim ha puesto de manifiesto la desesperación de la población gazatí por acceder a los escasos recursos humanitarios disponibles, y la brutal respuesta del Ejército israelí, que parece dispuesto a todo con tal de mantener el control sobre el territorio. Esta nueva masacre no hace más que agravar una crisis humanitaria que ya se ha cobrado un altísimo precio en vidas humanas.
