Un impactante video de seguridad que capturó el momento exacto de la colisión entre un helicóptero militar Black Hawk y un avión comercial de American Eagle en Washington ha salido a la luz, arrojando nueva luz sobre las circunstancias que rodearon esta trágica tragedia aérea.
Las imágenes, reproducidas durante una audiencia de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), muestran al vuelo 5342 de American Airlines desplazándose sobre el río Potomac cuando, repentinamente, el helicóptero militar aparece en escena. Tras unos segundos, ambas aeronaves colisionan en el aire, generando un destello brillante que iluminó el cielo nocturno. Lamentablemente, los 60 pasajeros y cuatro tripulantes del vuelo comercial, así como los tres militares a bordo del Black Hawk, perdieron la vida en el impacto.
Dos Fallos Clave que Provocaron la Tragedia
Según la investigación, la tripulación del helicóptero militar enfrentó al menos dos problemas clave esa fatídica noche: información errónea de altitud y problemas de comunicación con los controladores de tráfico aéreo.
Por un lado, los altímetros barométricos utilizados por la tripulación del ejército indicaron que el Black Hawk estaba 100 pies (30.4 metros) más bajo de lo que realmente se encontraba. Esto les hizo creer que tenían más espacio vertical del que en realidad disponían.
Además, la transcripción de las grabaciones de la cabina reveló que los militares tuvieron dificultades para escuchar con claridad las transmisiones desde la torre de control del aeropuerto. Esta mala comunicación habría contribuido a la confusión y mala interpretación de las instrucciones proporcionadas por los controladores.
Intersección Peligrosa de Sistemas Aéreos
Según expertos, el accidente ocurrió en el «nexo de unión» entre el tráfico aéreo civil y los vuelos militares, una zona particularmente compleja del espacio aéreo del Distrito de Columbia.
Philip Butterworth-Hayes, consultor de aviación, señaló que «el accidente ocurrió en la frontera de tres o cuatro sistemas de aviación, y es en esas fronteras donde suelen ocurrir la mayoría de los accidentes».
Dado que el Black Hawk se desplazaba en espacio aéreo civil, la tripulación debería haber volado con un transpondedor para alertar de su posición. Esto habría permitido que tanto el helicóptero como el avión comercial se tuvieran a la vista mutuamente.
Lecciones Aprendidas para Mejorar la Seguridad
Este trágico accidente ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar la coordinación y comunicación entre los sistemas aéreos civiles y militares, especialmente en zonas de alta complejidad como el espacio aéreo de Washington.
Asimismo, la investigación resalta la importancia de contar con equipos y procedimientos de seguridad adecuados, así como de garantizar una formación exhaustiva de las tripulaciones en el manejo de nuevos sistemas y rutas.
Solo a través de un enfoque integral que aborde todos los aspectos de la seguridad aérea podremos evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir en el futuro.