En una historia que parece sacada de una película de ciencia ficción, un bebé llamado Thaddeus Daniel Pierce, nacido en julio de 2025, rompió un récord mundial en la medicina reproductiva. Thaddeus es el embrión criopreservado más antiguo que ha logrado la vida con éxito.
Según el relato de Technology Review, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), sus padres de Ohio, Estados Unidos, llevaban siete años intentando tener hijos sin éxito, cuando conocieron el programa de una agencia cristiana, especializado en «adopción de embriones». Sin dudarlo, se inscribieron y aceptaron recibir cualquier embrión disponible. Allí fueron emparejados con tres embriones donados por Linda Archerd, una mujer que los había congelado hace más de tres décadas.
Una Historia de Perseverancia y Esperanza
En 1994, Archerd, tras varios intentos fallidos por quedar embarazada, recurrió a la fecundación in vitro. Uno de los embriones fue implantado y dio lugar al nacimiento de su hija, mientras que los otros tres fueron almacenados y conservados durante 30 años en nitrógeno líquido.
«Siempre los consideré hermanos de mi hija. No podía desecharlos ni entregarlos anónimamente», declaró Archerd al citado medio.
Durante años, Linda pagó miles de dólares para mantenerlos, pero al llegar a la menopausia, decidió entregarlos a través de un proceso que le permitiera conocer a los futuros padres. Así llegaron a un programa especializado en embriones difíciles de ubicar, ya sea por su antigüedad o características médicas.
Un Desafío Técnico Superado
El proceso no fue simple. Una clínica aceptó los embriones pese a los desafíos técnicos de descongelar material biológico congelado con métodos obsoletos. El procedimiento implicó estrictas medidas de seguridad, en una operación que incluso dejó heridas a la embrióloga responsable.
Finalmente, en noviembre de 2024, dos de los tres embriones fueron transferidos al útero de Lindsey. Uno de ellos logró desarrollarse y el 26 de julio nació Thaddeus, sano y fuerte.
«Nos parecía una locura que pudieran congelar embriones desde hace tanto tiempo. Pero solo queríamos tener un bebé», dijo Lindsey emocionada.
Un Vínculo Familiar Inesperado
Por su lado, Archerd, quien aún no lo conoce en persona, comparó las fotos de Thaddeus con las de su hija y dijo no tener dudas: «Son hermanos. Es un sueño hecho realidad».
Este caso extraordinario demuestra los avances de la medicina reproductiva y la perseverancia de quienes buscan formar una familia. Thaddeus, el bebé nacido de un embrión congelado durante 30 años, es un verdadero milagro de la ciencia y la determinación humana.
