El reciente Miss Universo Chile 2025 dejó una marca indeleble en la memoria de los espectadores, y no precisamente por los resultados. La joven Agustina Carrasco, representante de la ciudad de Paine, se convirtió en tendencia por su particular grito durante la competencia de traje de noche.
Con la intención de emular el icónico «Chileee» de Emilia Dides, Agustina lanzó un entusiasta «¡Agustina Carrasco, Paine ¡Uyui!» que, si bien generó opiniones divididas, logró captar la atención de miles en redes sociales.
Pero, ¿qué hay detrás de este polémico momento? Según reveló una amiga cercana de Agustina, la idea de este particular grito no fue de la propia concursante, sino que le fue sugerida por la misma organización del certamen.
«Varios han cuestionado haber dado ese grito en un concurso tan delicado; sin embargo, a ella se le sugirió dentro de la misma organización hacerlo, para que no piensen que fue irresponsable de su parte, yo estaba con ella cuando se lo pidieron, sé que con orgullo y corazón ella accedió.»
Esta revelación arroja una nueva luz sobre el polémico momento, que para muchos representaba la autenticidad y el espíritu del campo chileno. Ahora se sabe que, lejos de ser una decisión impulsiva de Agustina, el grito fue una sugerencia de los organizadores, quienes buscaban generar un momento memorable y viral.
¿Estrategia o Autenticidad?
La divulgación de este hecho ha generado un debate sobre los límites entre la estrategia de marketing y la verdadera expresión de la personalidad de las concursantes en este tipo de certámenes. Algunos cuestionan si el grito de Agustina, si bien captó la atención, reflejaba realmente su esencia o si fue una maniobra orquestada por la organización.
Por un lado, es innegable que el grito se convirtió en un fenómeno viral, lo que sin duda benefició la exposición del certamen. Pero, por otro, algunos argumentan que esto pone en duda la autenticidad y la libertad de las participantes para expresarse de manera genuina.
Un Llamado a la Transparencia
Este incidente ha abierto un debate más amplio sobre la necesidad de mayor transparencia en la organización de los concursos de belleza. Muchos cuestionan si detrás de la aparente glamour y emoción de estos eventos, existen prácticas que buscan manipular la narrativa y la percepción del público.
En última instancia, este episodio del Miss Universo Chile 2025 nos recuerda que, más allá de los resultados y los momentos virales, es importante que estos certámenes preserven la integridad y la autenticidad de las participantes, permitiéndoles expresarse libremente y sin injerencias de la organización.