En un incidente perturbador que tuvo lugar frente a La Moneda, un conductor con una orden pendiente por injurias y signos de intoxicación etílica atropelló intencionalmente a un carabinero que realizaba controles de tránsito de rutina. El hecho ocurrió el pasado viernes por la tarde en la intersección de calle Morandé con Alameda.
Según los antecedentes, personal de la 32ª Comisaría de Carabineros estaba efectuando un control de tránsito en el sector céntrico alrededor de las 16:00 horas. Al verificar los datos del conductor de un vehículo detenido, los oficiales descubrieron que este mantenía una orden vigente por el delito de injuria. Al notar esta situación, el individuo reinició su marcha de forma violenta, atropellando intencionalmente al funcionario policial.
El coronel Claudio Pavez, de la Prefectura Santiago Central, detalló que «esta persona reinicia su marcha atropellando al funcionario». El carabinero afectado, identificado como personal de la Escuela de Suboficiales que prestaba servicios en la 32ª Comisaría de Tránsito, cayó al suelo y recibió primeros auxilios inmediatos en el lugar.
Una patrulla cercana intervino con rapidez y logró dar alcance al vehículo involucrado, deteniendo al conductor. Además de la orden pendiente por injurias, se reportó que el individuo presentaba signos de intoxicación etílica durante el incidente. El coronel Pavez precisó que «la persona lo hacía en un mal estado de intemperancia alcohólica».
Carabinero Lesionado Recibe Atención Médica
El carabinero atropellado fue trasladado de urgencia al Hospital Institucional de Carabineros. Tras la evaluación médica, se determinó que resultó con lesiones de carácter leve, específicamente una contusión en el hombro.
Caso Entregado al Ministerio Público
Las autoridades confirmaron que los antecedentes del caso, incluida la orden pendiente y los detalles del atropello, quedaron a disposición del Ministerio Público. Se estima que el conductor sea formalizado este sábado en el Centro de Justicia.
Este incidente violento, registrado por una cámara de seguridad, pone de manifiesto la necesidad de abordar con firmeza los casos de conductores que circulan bajo la influencia del alcohol y con antecedentes penales pendientes. La seguridad de los funcionarios policiales y de la ciudadanía en general debe ser una prioridad absoluta.