En un giro dramático en las negociaciones de paz entre Israel y Hamás, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha acusado al grupo palestino de no estar dispuesto a llegar a un acuerdo. Según Trump, Hamás «no quería llegar a un acuerdo» y ahora «va a haber que darles caza».
Las declaraciones del mandatario estadounidense se producen después de que EEUU e Israel abandonaran las negociaciones en Qatar, considerando inaceptables las propuestas de Hamás. Trump afirmó que el grupo islamista «rompió el acuerdo» y que ahora «habrá que hacer lo que se tenga que hacer».
Rehenes y prisioneros, piedra de tropiezo
Según Trump, el principal escollo en las negociaciones ha sido la cuestión de los rehenes y prisioneros. El presidente acusó a Hamás de no estar dispuesto a entregar a los últimos rehenes israelíes, tanto vivos como muertos, que mantiene en su poder desde los ataques del 7 de octubre de 2023.
De acuerdo con las autoridades israelíes, Hamás tiene en su poder alrededor de 50 rehenes, de los cuales solo unos 20 siguen con vida. «Siempre he dicho que esos últimos 10 o 20 (rehenes) serán los más difíciles, porque Hamás sabe lo que pasará cuando no tenga una moneda de cambio», señaló Trump.
Amenaza de «darles caza»
En un tono enérgico, el presidente estadounidense advirtió que Hamás «va a tener que luchar» y que «habrá que deshacerse de ellos». Trump afirmó que «va a haber que darles caza» y que «lo que va a pasar es que va a haber que darles caza».
Estas declaraciones reflejan la creciente frustración de la administración Trump ante la falta de avances en las negociaciones de paz. La retirada del equipo negociador estadounidense de Qatar y las amenazas del presidente sugieren que Estados Unidos está dispuesto a tomar medidas más drásticas para lidiar con el conflicto.
Reacción de Hamás
Por su parte, Hamás no ha emitido una respuesta oficial a las acusaciones de Trump. Sin embargo, el grupo palestino ha celebrado recientemente el anuncio del presidente francés, Emmanuel Macron, de reconocer al Estado de Palestina.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con informes de que otro niño ha muerto de hambre y que hay 70.000 más con desnutrición clínica. Mientras tanto, las negociaciones de paz parecen estar en un punto muerto, con ambas partes endureciendo sus posturas y sin visos de una solución a corto plazo.