En un desgarrador desarrollo, el hospital Bautista Al Ahli de Gaza ha informado sobre la muerte de Abdel Qader Al Fayyumi, otro menor que padecía desnutrición severa causada por la escasez de alimentos y productos básicos en el devastado y asediado enclave palestino. Esta última muerte eleva a 114 la cifra de personas que han muerto en la Franja por malnutrición, de las cuales 82 eran menores y 32 adultos.
La crisis alimentaria en Gaza se ha agravado hasta niveles alarmantes. Según las autoridades palestinas, cerca de 70.000 niños en Gaza han alcanzado ya la fase de desnutrición clínica, una cifra que refleja la gravedad de la situación humanitaria en la región.
Restricciones de Israel y ayuda insuficiente
La raíz del problema radica en las severas restricciones impuestas por Israel, que han limitado severamente el acceso a alimentos y productos básicos en Gaza. Aunque Israel permitió que camiones con ayuda volvieran a entrar a finales de mayo, la distribución ha sido muy limitada, con solo 4 centros de reparto en funcionamiento de los 400 que mantenía la ONU anteriormente.
Además, la ayuda que logra llegar a los mercados locales se vende a precios desorbitados, fuera del alcance de la población empobrecida. El Ejército israelí culpa a las agencias de la ONU de no recoger y distribuir unos 950 camiones con ayuda que se encuentran ya dentro de Gaza, pero en la frontera. Por su parte, estos organismos denuncian las trabas que impone Israel para recoger y distribuir la asistencia.
Periodistas en riesgo por la crisis
La situación es tan grave que incluso los periodistas que cubren la crisis humanitaria en Gaza se encuentran en riesgo. Medios como BBC, AP, Reuters y AFP han alertado que sus corresponsales en la zona están expuestos a peligros por la hambruna que azota a la población.
Urgente necesidad de acción humanitaria
La muerte de Abdel Qader Al Fayyumi y la alarmante cifra de 70.000 niños con desnutrición clínica en Gaza son un llamado desesperado a la comunidad internacional para que tome medidas urgentes. Es imperativo que se garantice un acceso irrestricto y seguro a la ayuda humanitaria, así como la distribución eficiente de los suministros que ya se encuentran en la frontera.
Solo una respuesta coordinada y decidida podrá evitar que más vidas inocentes se pierdan por la crisis alimentaria que azota a Gaza. El mundo no puede permanecer impasible ante esta tragedia humanitaria.
