La Copa América Femenina, que actualmente se disputa en Ecuador, ha sido objeto de numerosas críticas y cuestionamientos debido a las condiciones poco profesionales en las que se desarrolla el torneo en comparación con los estándares de la Eurocopa Femenina.
Brasil y Chile han sido dos de las selecciones que han alzado la voz para denunciar problemas como la prohibición de usar las canchas para los trabajos de calentamiento antes de los partidos, y la ausencia del VAR (Asistente de Árbitro de Video), que perjudicó claramente a La Roja ante Argentina.
Yanara Aedo, delantera y referente de la selección chilena, expresó su indignación: «Es una falta de respeto que no haya VAR. La Eurocopa se juega en paralelo y, para las jugadoras, es una vergüenza ver la Eurocopa y ver la Copa América».
Imágenes Escandalosas
Precisamente, las imágenes que han dejado el certamen sudamericano han generado un gran escándalo en Europa, donde la Eurocopa de Suiza ha sido un rotundo éxito de asistencia.
Antes del partido entre Brasil y Bolivia, los dos planteles tuvieron que calentar juntos, con jugadoras rivales una al lado de la otra, en una sala interior de solo unos metros cuadrados. Esto fue denunciado por la ‘Canarinha’ tras golear 6-0 a La Verde.
Falta de Profesionalismo
El medio español Mundo Deportivo se mostró incrédulo ante estas imágenes, destacando que «lo que queda claro es que el fútbol femenino europeo le lleva ventaja (y bastante) al sudamericano».
«Cuando parece que el fútbol femenino está en su máximo apogeo histórico, se dan pasos atrás», añadieron en la citada publicación.
La razón dada por la Conmebol para esta situación fue que querían evitar «un desgaste excesivo del césped». Sin embargo, Marta, la mejor futbolista brasileña de la historia, cuestionó: «Si exigen un alto nivel de nosotras, también tenemos derecho a exigir un alto nivel de organización».
Conclusión
Estas imágenes y situaciones reflejan el gran desfase que existe entre el fútbol femenino sudamericano y el europeo. Mientras que la Eurocopa Femenina ha sido un éxito de organización y profesionalismo, la Copa América Femenina parece estar décadas atrás en términos de infraestructura y condiciones de juego. Es hora de que las autoridades sudamericanas tomen medidas para elevar el nivel y brindar a las jugadoras el entorno que merecen.