Cuando Marité Matus confirmó oficialmente el fin de su matrimonio con Camilo Huerta esta semana, las redes sociales se llenaron de reacciones y comentarios, tanto de apoyo como de crítica. Uno de los más duros fue el de un usuario que la acusó de ser «mal agradecida», afirmando que Camilo la habría apoyado en momentos difíciles, incluso cuando su expareja Arturo Vidal estuvo ausente.
El comentario aseguraba que Huerta fue quien sostuvo a Marité y a sus hijos, y que gracias a él, muchas cosas habrían sido posibles. Además, la acusó de no reconocer ese apoyo y de preferir llamarlo «un error» ahora que la relación terminó, señalándola como una «fracasada» que volvía a equivocarse sentimentalmente.
Pero Marité Matus no guardó silencio. Respondió con firmeza al mensaje, recalcando su rol como madre y defendiendo su integridad personal. «A mis hijos siempre los he criado yo. ¿Y fracasada? Yo diría digna y valiente», replicó la influencer, generando aplausos de parte de muchos seguidores que valoraron su postura.
Reafirmando su Independencia
Los rumores sobre el quiebre de la relación comenzaron a circular desde mayo, cuando los usuarios notaron que la pareja ya no compartía imágenes juntos en redes sociales, algo habitual en su relación. Esta ausencia alimentó las sospechas de una crisis, especialmente cuando Marité viajó con sus hijos al sur en julio sin la presencia de Camilo.
Durante esas vacaciones, Matus también publicó una frase sugestiva en sus historias de Instagram: «Me podrá fallar la vista, pero el presentimiento de que hay algo raro en alguien, jamás», lo que encendió aún más las alarmas sobre una posible ruptura inminente.
Cerrando el Ciclo con Dignidad
Finalmente, este martes, se cerró el ciclo con la confirmación oficial por parte de Marité. Su mensaje y defensa pública mostraron no solo el término de una relación sentimental, sino también su intención de reafirmar su independencia, dignidad y valentía frente a las críticas y los prejuicios.
Lejos de aceptar pasivamente las acusaciones de «mal agradecida» o «fracasada», Marité Matus se erigió como una madre y mujer segura de sí misma, dispuesta a enfrentar los cuestionamientos y a reivindicar su trayectoria y su integridad.