Annabelle, la famosa muñeca maldita, sigue siendo uno de los íconos del terror gracias a las investigaciones de Ed y Lorraine Warren. Recientemente, la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica (NESPR) informó el fallecimiento repentino de Dan Rivera, el cuidador de la aterradora muñeca, mientras trabajaba en su gira por Estados Unidos.
Si bien no se ha revelado la causa de la muerte de Rivera, este trágico suceso ha vuelto a poner a Annabelle en el centro de la atención. Pero esta no es la primera vez que la muñeca se ve envuelta en eventos siniestros y muertes misteriosas. A continuación, exploramos los casos más aterradores y emblemáticos relacionados con Annabelle.
La Aparición en Hartford
Según los registros del caso, la muñeca demoníaca fue adquirida por una madre en 1970 como regalo de cumpleaños para su hija Donna, quien estaba a punto de graduarse como enfermera y vivía con su compañera de piso, Angie. Poco después de que la muñeca llegara al apartamento, comenzaron a ocurrir sucesos extraños e inexplicables.
En una sesión espiritista, se reveló que el espíritu de una niña de 7 años llamada Annabelle Higgins, quien había fallecido antes de que se construyeran los departamentos, controlaba la muñeca. Sin embargo, los Warren concluyeron que Annabelle no estaba poseída por un espíritu infantil, sino que servía de «vehículo» para una entidad demoníaca que pretendía poseer a uno de los habitantes del apartamento. Finalmente, los Warren trasladaron la muñeca a su Museo del Ocultismo y la encerraron en una caja especial con rezos inscritos en los laterales.
El Joven Motociclista que se Burló de Annabelle
Uno de los casos más citados involucró a un joven que visitó el museo junto a su novia. Mientras contemplaban a la muñeca, el joven se burló de ella y comenzó a golpear la vitrina, exigiendo que lo lesionara para demostrar que era real. Ed Warren le advirtió que se detuviera y se retirara del lugar. Horas más tarde, el joven falleció en un accidente de motocicleta. Su novia, quien sobrevivió, aseguró que se reían de la muñeca cuando perdieron el control de la moto.
El Sacerdote Incrédulo
En otra ocasión, un sacerdote católico visitó el museo de los Warren y se refirió de manera despectiva a la muñeca, llamándola «una muñeca de trapo sin poder hacer daño» y cuestionando que se tratase de un objeto demoniaco. Lorraine Warren le advirtió que mostrara respeto, ya que la entidad que habitaba la muñeca suele ser vengativa ante quienes la retan. El mismo día, el religioso sufrió un accidente automovilístico que casi termina con su vida. El hombre aseguró haber visto a la muñeca reflejada en el espejo retrovisor justo antes del impacto.
Visitantes Afectados por Síntomas Extraños
Durante años, una gran cantidad de visitantes al Museo del Ocultismo han reportado experimentar síntomas extraños al estar cerca de la muñeca, como náuseas, mareos, pesadillas intensas, fallas en teléfonos o cámaras, e incluso marcas de raspaduras o moretones sin explicación. Para evitar más daños, los Warren instalaron una vitrina de vidrio y madera especialmente diseñada, sellada con santas oraciones escritas en latín y bendecida por un sacerdote católico.
Rumores de Desaparición y Culpabilidad
En el marco de la gira «Devils on the Run», surgieron rumores en redes sociales sobre la posible desaparición de la muñeca tras su paso por Chicago y Luisiana. Esto causó gran euforia en la población, llegando incluso a culpar a Annabelle por un incendio que destruyó la mansión de Luisiana, Nottoway Plantation, y por una fuga de 10 reclusos de una cárcel en Nueva Orleans. Sin embargo, la NESPR y Tony Spera, cuñado de los Warren, aclararon que la muñeca nunca se extravió y seguía bajo resguardo, desmintiendo cualquier vinculación con estos incidentes.
La maldición de Annabelle parece no tener fin, con una larga lista de sucesos paranormales y muertes misteriosas que la rodean. Esta icónica muñeca sigue siendo un símbolo del terror, recordándonos que incluso los objetos más inofensivos pueden esconder oscuras fuerzas sobrenaturales.
