En un sorprendente giro de los acontecimientos, el enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, ha anunciado que los líderes de Israel y Siria han acordado un alto al fuego que cuenta con el respaldo de Turquía y Jordania.
Según Barrack, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el nuevo presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, han llegado a este histórico acuerdo después de los recientes y devastadores ataques aéreos israelíes contra objetivos en Damasco.
Un Llamado a la Unidad y la Paz
En su declaración, el embajador estadounidense instó a los diferentes grupos étnicos y religiosos de Siria, como drusos, beduinos y sunitas, a deponer las armas y trabajar juntos para construir una «nueva y unida identidad siria en paz y prosperidad» con sus vecinos.
Antecedentes del Conflicto
Los ataques israelíes se produjeron después de enfrentamientos mortales entre la minoría drusa, que tiene presencia en Israel, y los beduinos en la zona sur de Siria. Algunos analistas consideran que Israel ha estado maximizando el daño a su histórico adversario, Siria, tras la caída del gobernante Bashar al-Assad, aliado de Irán, en diciembre pasado.
Reacción de Estados Unidos
Si bien Estados Unidos, aliado de Israel, no apoyó los ataques aéreos israelíes, el Departamento de Estado anunció previamente un acuerdo por el que las fuerzas gubernamentales sirias se retiraban de la zona de Sweida.
Implicaciones y Perspectivas
Este acuerdo de alto al fuego, respaldado por actores regionales clave, abre la puerta a una nueva era de paz y estabilidad en la convulsa región. Ahora, el reto será mantener el cese de hostilidades y avanzar hacia una solución política duradera que ponga fin al conflicto en Siria.
