La inteligencia artificial (IA) está generando enormes expectativas en todo el mundo. Desde iniciativas multimillonarias como «Stargate» en Estados Unidos hasta planes de inversión masiva en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, las empresas y gobiernos están apostando fuerte por esta tecnología. Sin embargo, un estudio reciente de McKinsey reveló que más del 80% de las organizaciones aún no ha visto un impacto real en sus ganancias. ¿Cuál es la clave para aprovechar el verdadero potencial de la IA?
La respuesta está en integrar la IA de manera profunda en los procesos empresariales, lo cual requiere tres pilares fundamentales: software moderno en la nube, una gestión de datos actualizada y una infraestructura coherente de tecnologías de IA.
Del software heredado a la nube
Muchas empresas aún dependen de software heredado instalado en sus propios servidores, un ecosistema costoso de mantener y que dificulta la agilidad. En estos entornos, las aplicaciones de IA enfrentan importantes limitaciones para entender cómo funciona la organización, interpretar datos dispersos y encontrar información clave.
Por eso, el primer paso es migrar del software heredado al software moderno en la nube. Estas aplicaciones gestionadas de forma centralizada, alojadas en centros de datos profesionales y actualizadas constantemente, facilitan la integración de información entre todas las áreas de la empresa. Así, por ejemplo, un fabricante de autos puede reducir tiempos y costos desde que se recibe un pedido hasta que se produce y entrega el vehículo.
Gestión de datos avanzada
Una vez en la nube, las empresas pueden sumar soluciones avanzadas de gestión de datos. Imagina un «archivo mágico» que almacena y organiza automáticamente toda la información, siempre actualizada, sin duplicados ni errores, fácil de encontrar y en el contexto adecuado.
Cuando se combinan las aplicaciones en la nube con una buena gestión de datos, los líderes empresariales obtienen una visión completa de su organización. Esto abre la puerta a las tecnologías de IA para que accedan, comprendan y faciliten operaciones a lo largo de toda la empresa.
La evolución hacia los agentes de IA
La siguiente evolución ya está en marcha. Con esta base tecnológica, los asistentes digitales o «agentes de IA» ahora pueden ejecutar tareas complejas por su cuenta, como encontrar facturas vencidas, identificar problemas y resolverlos de forma autónoma.
Aprovechar todo el potencial de la IA implica recorrer un camino: del software local a la nube, de ahí, a una gestión moderna de datos, y finalmente, a la incorporación de agentes de IA en toda la empresa. Ese es el verdadero motor que libera el potencial transformador de la inteligencia artificial y nos permite reinventar cómo funcionan nuestros negocios y economías.