En un giro inesperado, Maurene Comey, una de las fiscales federales que procesó al multimillonario Jeffrey Epstein y a su exasistenta Ghislaine Maxwell, así como al rapero Sean ‘Diddy’ Combs, ha sido despedida de su puesto como fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, según informan diversos medios estadounidenses.
Comey, quien es hija del exdirector del FBI James Comey, fue removida de su cargo bajo el artículo II de la Constitución de Estados Unidos, que otorga al presidente amplios poderes de destitución. Según fuentes citadas por The New York Times, el presidente Donald Trump habría criticado en privado tener «a un Comey» trabajando en su administración.
El escándalo Epstein y la conexión con Diddy Combs
El despido de Maurene Comey se produce en medio del resurgimiento del escándalo de Jeffrey Epstein, el multimillonario acusado de tráfico sexual. Recientemente, el Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI concluyeron una investigación que no encontró evidencias de que Epstein mantuviera una «lista de clientes» famosos a los que chantajeaba.
Además, el DOJ y el FBI habrían revisado varias horas de video que confirmarían que nadie entró en la zona de la prisión en Manhattan donde Epstein se quitó la vida mientras esperaba un juicio. La Justicia estadounidense también indicó que no divulgará más registros de las pesquisas.
Por otro lado, el despido de Comey también tiene lugar apenas dos semanas después de que un jurado popular absolviera al rapero Sean Combs, a quien la fiscal había procesado, de los cargos más graves en el juicio que enfrentaba en Nueva York.
Implicaciones y reacciones
El despido de Maurene Comey ha generado controversia, especialmente debido a su conexión con el exdirector del FBI, James Comey, cuyo despido por parte de Trump en 2017 fue muy polémico, ya que en ese momento lideraba la investigación sobre la llamada «trama rusa» en las elecciones ganadas por Trump.
Los simpatizantes más acérrimos del movimiento ‘Make America Great Again’ (MAGA) han quedado insatisfechos con los hallazgos de la investigación del DOJ y el FBI sobre el caso Epstein, pues Trump, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, y el subdirector del FBI, Dan Bongino, habían prometido antes del comienzo de esta administración revelar «la verdad» sobre el caso.
En medio de estas controversias, el presidente Trump ha pedido a sus simpatizantes que detengan los ataques contra su fiscal por el caso Epstein, lo que sugiere una posible intención de calmar las aguas en torno a este escándalo.