La noticia del asesinato de la joven tenista india Radhika Yadav a manos de su propio padre ha conmocionado a la nación. Ahora, su mejor amiga, Himaanshika Singh, ha revelado nuevos y desgarradores detalles sobre el calvario que Radhika tuvo que soportar durante años por parte de su familia.
Según los informes, el padre de Radhika, Deepak Yadav, no podía tolerar el éxito y la independencia de su hija. «Radhika trabajó muy duro en su carrera tenística e incluso fundó su propia academia. Le iba muy bien. Pero no soportaban verla independiente. La criticaban por usar pantalones cortos, por hablar con chicos, por vivir la vida a su manera», relató Himaanshika.
Una Familia Tradicionalista y Controladora
La amiga de Radhika explicó que la familia de la tenista siempre fue «muy ortodoxa» y enfrentó constantes presiones sociales. «Radhika era una persona amable, muy dulce e inocente. Llevaba 18 años dedicada al tenis. Le encantaba que le sacaran fotos y grabar videos. Pero en su casa siempre tenía que dar explicaciones constantes sobre qué hacía y con quién hablaba», detalló Himaanshika.
Según la joven, Radhika «había estado sufriendo durante mucho tiempo» debido a las críticas y el control excesivo de su familia. «Al final, hizo caso a supuestos amigos que envidiaban su éxito», lamentó.
Un Crimen Atroz Motivado por la Envidia y el Orgullo Herido
El pasado 10 de julio, el padre de Radhika, Deepak Yadav, le disparó a su hija en al menos tres ocasiones, acabando con su vida. Según las autoridades, Deepak «no podía soportar el éxito de su hija» ni las burlas de los vecinos por depender económicamente de ella.
La trágica historia de Radhika Yadav es un recordatorio desgarrador de cómo la intolerancia, el control y la envidia pueden llevar a actos de violencia extrema. Su muerte ha conmocionado a la nación y ha puesto en evidencia la necesidad urgente de abordar los problemas de salud mental, las presiones sociales y la falta de apoyo a los atletas en India.
Que el legado de Radhika sea un llamado a la empatía, la aceptación y el apoyo a los sueños y logros de los jóvenes, sin importar el género o el trasfondo familiar.