La proclamación oficial de Johannes Kaiser como candidato presidencial del Partido Nacional Libertario estuvo marcada por una serie de incidentes polémicos que han generado un intenso debate público. Cerca de tres mil personas, en su mayoría militantes del partido, participaron en el evento realizado en el centro de eventos Espacio Riesco.
La jornada comenzó con la presentación de la directiva del partido, encabezada por el vicepresidente Hans Marowski, y la exposición de los encargados programáticos de la campaña, como Luis Felipe Cuéllar en seguridad y Víctor Espinosa en economía. Al llegar al recinto, Johannes Kaiser fue recibido entre banderas chilenas, cánticos y una puesta en escena de estilo cinematográfico. Además, se destacó la presencia del ex carabinero Claudio Crespo, quien fue aplaudido por el público.
Durante su discurso, Kaiser lanzó críticas directas hacia la candidata del oficialismo, Jeannette Jara, a quien calificó como «Bachelet con esteroides». También responsabilizó a la expresidenta Michelle Bachelet de muchos de los problemas actuales del país, acusándola de haber provocado retrocesos económicos y de facilitar la inmigración ilegal.
En un tono exaltado, el candidato libertario afirmó que su objetivo es devolver el orgullo a los chilenos y aseguró que enfrentará con decisión a la delincuencia, señalando que «hará que el miedo cambie de bando», sin importar el tipo de criminal.
La ceremonia también incluyó una bendición del pastor Javier Santamaría y la entonación del Himno Nacional, en la que se destacó la inclusión de la tercera estrofa, usualmente omitida por su vínculo con la dictadura militar. Durante el acto se escucharon cánticos en alusión a Augusto Pinochet, lo que Kaiser atribuyó al «sagrado derecho» a la libertad de expresión.
En su alocución final, el parlamentario reiteró que no retirará su candidatura bajo ninguna circunstancia y que llegará a segunda vuelta en noviembre, pese a su baja en las encuestas presidenciales.