En una historia que conmueve a la nación, Jermaine Thomas, un joven nacido en una base militar de Estados Unidos en Alemania, se encuentra actualmente en un campo de refugiados en Kingston, Jamaica, un país que nunca antes había visitado. Esto se debe a que, a pesar de ser hijo de un soldado estadounidense, Jermaine no tenía la ciudadanía estadounidense y fue deportado en mayo pasado.
Un Caso Complejo y Desgarrador
Jermaine Thomas nació en 1986 en un hospital de una base militar estadounidense cerca de Frankfurt, Alemania. Su padre, un soldado estadounidense, sirvió durante 18 años y se convirtió en ciudadano estadounidense. Sin embargo, Jermaine no obtuvo la nacionalidad estadounidense de forma inmediata. La familia llegó a Estados Unidos en 1996, pero Jermaine figura como apátrida.
Según Jermaine, «nunca cuestionó su situación migratoria, al menos hasta hace algunos años». Desafortunadamente, se vio envuelto en problemas legales desde una edad temprana, con antecedentes por delitos como drogas, robo, hurto y violencia doméstica.
Deportación a Pesar de Ser Hijo de Soldado
En marzo pasado, Jermaine fue detenido por el delito de allanamiento ilegal en Austin, Texas, y estuvo 30 días en prisión. Cuando salió, fue aprehendido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y deportado a Jamaica, el país de origen de su padre.
Según Jermaine, «no me doy cuenta de que sigo aquí. Como si esto fuera un mal sueño. Una pesadilla, pero de verdad estoy aquí». Sus familiares han intentado ayudarlo económicamente, pero dudan poder ir a asistirlo a Jamaica, ya que temen no poder regresar a Estados Unidos.
Esfuerzos por un Regreso Humanitario
Los padres de Jermaine están trabajando con abogados para intentar un regreso por vía humanitaria, ya que la situación se ve «compleja». Como señala un tío de Jermaine, «es como si lo hubiera perdido para siempre. Porque nunca iré allí, porque lo más probable es que no me permitan volver».
Este caso pone de manifiesto las complejidades y desafíos que enfrentan los hijos de soldados estadounidenses que no tienen la ciudadanía, y la necesidad de reformas migratorias que aborden estas situaciones de manera más justa y humana.