Una serie de fuertes sismos poco profundos han sacudido con violencia las cercanías de la Ciudad de Guatemala, causando graves daños y movilizando una respuesta de emergencia a nivel nacional. Según las autoridades, los movimientos telúricos han provocado heridos, deslizamientos de tierra y serios daños estructurales en viviendas y edificios.
La secuencia sísmica se inició el martes a las 3:11 pm hora local con un temblor de magnitud 4.8 al suroeste de la capital. Aproximadamente 30 minutos después, un sismo de magnitud 5.7 volvió a estremecer la misma zona, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Cerca de 40 réplicas siguieron a estos eventos principales, incluyendo otro movimiento de magnitud 4.8 registrado 15 minutos después del segundo temblor.
Daños y Respuesta Gubernamental
El presidente Bernardo Arévalo informó en conferencia de prensa que cinco personas quedaron sepultadas por deslizamientos de tierra y rocas, de las cuales dos han sido rescatadas y hospitalizadas, mientras que otras tres recibieron atención médica de emergencia. Arévalo confirmó daños en viviendas construidas con adobe y señaló que se han habilitado centros comunitarios y refugios para las familias afectadas o que evitan regresar a sus hogares.
Como medida preventiva, las clases y actividades laborales se suspendieron este miércoles en los departamentos de Guatemala, Escuintla y Sacatepéquez, para que las agencias de manejo de emergencias puedan evaluar los daños. El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología localizó los epicentros en Escuintla, a 50 km de la capital.
Acciones de Emergencia
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) activó la alerta anaranjada y equipos interinstitucionales se encuentran evaluando los daños en las zonas afectadas, mientras el INSIVUMEH monitorea la actividad sísmica. La entidad recibió reportes ciudadanos a través del número de emergencia 119.
Guatemala forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una región de alta actividad sísmica. De hecho, el 4 de febrero de 1976, un terremoto de magnitud 7.5 cerca de la capital dejó más de 23 mil personas fallecidas y un millón de damnificados, según registros oficiales.
Ante esta situación, el presidente Arévalo ha llamado a la calma y a seguir las instrucciones de las autoridades. CONRED recomienda a la población activar sus Planes Familiares de Respuesta, preparar mochilas de 72 horas y evacuar ordenadamente si habitan estructuras vulnerables. Además, se ha hecho un llamado al sector privado en las zonas afectadas para suspender las actividades presenciales.