En un hecho histórico, un excarabinero ha sido condenado a 5 años de libertad vigilada por el homicidio de un estudiante de la Universidad de Concepción (UdeC) durante las protestas contra la dictadura de Augusto Pinochet en 1984. La sentencia, dictada por el juez Waldemar Koch, también ordena al Estado de Chile pagar una indemnización de $150 millones a la familia de la víctima, Caupolicán Inostroza.
Este caso emblemático de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar finalmente ha encontrado justicia, luego de más de cuatro décadas. El excarabinero Fernando Torres Gacitúa fue declarado responsable del asesinato del estudiante de Ingeniería Mecánica, en medio de una manifestación pacífica que ya estaba concluyendo en el Barrio Universitario de Concepción.
Uso Excesivo de la Fuerza en Protesta Pacífica
Según la abogada Patricia Parra, quien representa a la familia de Caupolicán Inostroza, el exoficial de Carabineros incurrió en un uso excesivo de la fuerza durante la protesta estudiantil contra la dictadura. «Se trató de una acción desmedida en un contexto de manifestación pacífica que ya estaba finalizando», explicó la letrada.
Reconstrucción de la Escena del Crimen
El caso fue procesado inicialmente por el exministro en visita Carlos Aldana, quien realizó una reconstitución de la escena en el Barrio Universitario, donde ocurrieron los hechos el 27 de marzo de 1984. Este trabajo de investigación fue clave para establecer la responsabilidad del excarabinero Torres Gacitúa en el homicidio del estudiante.
Justicia Tardía, pero Contundente
Si bien la sentencia llega 41 años después del crimen, representa un hito en la lucha por la justicia y la reparación de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Pinochet. «Es la primera condena que se dicta en este tipo de casos, y envía un mensaje claro de que no habrá impunidad», afirmó la abogada Parra.
La resolución judicial no solo sanciona al exoficial, sino que también establece la responsabilidad del Estado de Chile, ordenando el pago de una cuantiosa indemnización a las hermanas de la víctima. Este fallo de primera instancia probablemente será revisado por la Corte de Apelaciones de Concepción, pero representa un paso fundamental hacia la verdad y la justicia tan anheladas por las víctimas y sus familias.