En un golpe contundente a la impunidad, la Policía de Colombia ha anunciado la detención del presunto autor intelectual del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe. El individuo, identificado como Elder José Arteaga Hernández, alias ‘El Costeño’, fue capturado en una operación en la localidad de Engativá, en Bogotá.
Uribe, quien aún se encuentra en estado grave tras recibir los disparos el pasado 7 de junio durante un acto de campaña en Fontibón, enfrentará cargos por tentativa de homicidio, porte ilegal de armas y uso de menores para la comisión de delitos. Según las autoridades, ‘El Costeño’ no solo se puso en contacto con el joven sicario de 15 años que ejecutó el atentado, sino que también se comunicó con otros detenidos clave en la trama.
Una red criminal bien engranada
Entre los cómplices de ‘El Costeño’ se encuentran Katerine Andrea Martínez, alias ‘Gabriela’, quien le entregó al menor la pistola Glock utilizada en el crimen, y Carlos Eduardo Mora, el conductor que garantizó la huida de los implicados.
La Interpol había emitido una «circular roja» sobre Hernández días antes de su captura, alertando a las autoridades de 196 países sobre su posible fuga del país. Sin embargo, la rápida coordinación entre la Policía colombiana y la Fiscalía permitió dar con el sospechoso clave en tiempo récord.
Fragilidad democrática y violencia política
Este atentado contra el senador Uribe refleja la fragilidad democrática que aún aqueja a Colombia, donde la violencia política sigue siendo una amenaza latente. Expertos señalan que estos hechos ponen de manifiesto la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de seguridad y protección para los líderes políticos, a fin de garantizar elecciones libres y justas.
La captura de ‘El Costeño’ representa un importante avance en la investigación, pero las autoridades deben seguir trabajando para desmantelar por completo esta peligrosa red criminal y enviar un mensaje claro de que la impunidad no será tolerada.