En un veredicto que envía un poderoso mensaje de tolerancia cero contra los depredadores sexuales, el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Puerto Montt ha sentenciado a presidio perpetuo calificado a José Lepicheo Vivar, un hombre condenado por violar y abusar sexualmente de sus dos hijas, una hijastra y una sobrina, todos menores de 14 años en el momento de los hechos.
Según detalló la fiscal Myriam Pérez, los abusos se extendieron durante más de una década, entre 2011 y 2022. Tragicamente, una de las víctimas se quitó la vida con posterioridad a los hechos, un desenlace devastador que solo agrava la gravedad de este caso.
Justicia Inquebrantable
En el juicio, declararon las víctimas sobrevivientes, funcionarios de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI de Puerto Montt, y peritos del Servicio Médico Legal y del hospital local, quienes aportaron pruebas contundentes. La fiscal Pérez se mostró satisfecha con el resultado, afirmando que «como Ministerio Público, estamos conformes, satisfechos, con el resultado del juicio, con el resultado de la investigación, desde que se acogieron todos y cada uno de nuestros argumentos».
Perpetua Merecida
Al dictar la sentencia de presidio perpetuo calificado, el tribunal tuvo en cuenta «la pluralidad de delitos, de víctimas, las circunstancias de comisión y la extensión del mal causado», según explicó la fiscal. Esto significa que Lepicheo Vivar deberá pasar al menos 40 años en prisión, una condena que refleja la gravedad de sus crímenes y la determinación de las autoridades de proteger a los más vulnerables.
Este veredicto envía un mensaje claro: en Chile, no hay lugar para los depredadores sexuales. Las víctimas y sus familias pueden tener la certeza de que la justicia prevalecerá, sin importar cuán horribles sean los delitos cometidos.
