Casi seis décadas después de cometer sus horrendos actos, un británico de 92 años ha sido condenado a cadena perpetua por violar y asesinar a una mujer de 75 años en Inglaterra en 1967. Este caso, uno de los más antiguos sin resolver en el país, finalmente ha encontrado justicia gracias a la determinación de las autoridades y los avances en la ciencia forense.
El condenado, Ryland Headley, asesinó a Louisa Dunne en su hogar en las afueras de Bristol. Durante años, este crimen permaneció impune, hasta que en 2023 la policía reabrió el caso y un equipo forense analizó una falda que la víctima llevaba puesta en ese entonces. Estos análisis revelaron el ADN de Headley, quien ya se encontraba en el sistema policial por un incidente no relacionado en 2012. Además, las autoridades lograron coincidir una huella palmar encontrada en la ventana del dormitorio de Dunne con otra tomada a Headley tras su detención.
Un Crimen Atroz y una Condena Ejemplar
Durante la audiencia de sentencia, el juez Derek Sweeting afirmó que Headley había mostrado un «completo desprecio por la vida y la dignidad humana», y que su acto fue «despiadado y cruel». La condena impuesta incluye un mínimo de 20 años antes de que pueda ser considerado para libertad condicional, lo que, según el juez, significa que «morirá en prisión».
Para la nieta de la víctima, Mary Dainton, este veredicto ha sido un alivio, aunque tardío. «Pensé que nunca lo atraparían», dijo. «No creo que mi madre alguna vez se haya recuperado. La ansiedad nubló el resto de su vida».
Perseverancia Policial y Avances Forenses
Durante la investigación inicial del asesinato de Louisa Dunne, las autoridades tomaron huellas dactilares de más de 19.000 hombres y recabaron 1.300 declaraciones. Sin embargo, Headley, que vivía fuera del área, no fue parte de dicha investigación en su momento.
Fue solo décadas después, gracias a la reapertura del caso y a los avances en la ciencia forense, que la policía pudo finalmente dar con el responsable de este crimen atroz. Este caso demuestra que, con perseverancia y herramientas tecnológicas modernas, incluso los delitos más antiguos pueden ser resueltos y los culpables llevados ante la justicia.