En un impactante caso que ha conmocionado a la comunidad de Iquique, una madre y su pareja han sido detenidos por cargos de violación, abuso sexual y maltrato contra sus tres hijas menores de edad. La investigación, liderada por la Fiscalía local y la Brigada de Investigación Criminal de la PDI, reveló un escenario espeluznante de cautiverio y abusos prolongados.
Según los informes, la pareja -ambos de nacionalidad boliviana y con situación migratoria irregular- mantenía encerradas y en pésimas condiciones de salud a sus tres hijas, de 12, 6 y 3 años de edad. La niña mayor habría sido víctima de violación y abuso sexual reiterado desde los 10 años, hechos que inicialmente fueron denunciados por ella a su madre, pero que esta última decidió ignorar al retomar la relación con el agresor.
La investigación se inició a partir de una denuncia anónima que alertó sobre la situación de las menores, quienes no se encontraban escolarizadas y pasaban todo el tiempo solas, con evidentes signos de maltrato. Al allanar la vivienda, las autoridades lograron la detención de ambos imputados por el delito de maltrato habitual contra las tres niñas.
Según la fiscal jefe subrogante de Iquique, Camila Albarracín, los peritajes del Servicio Médico Legal confirmaron las graves lesiones y signos de deshidratación que presentaban las víctimas, así como la violación reiterada de la hija mayor por parte del compañero sentimental de la madre.
Justicia y Protección para las Víctimas
Tras la formalización de los cargos, el Tribunal acogió la solicitud de la Fiscalía y decretó la prisión preventiva de ambos imputados, fijando un plazo de investigación de 120 días. Las autoridades han expresado su compromiso de brindar todo el apoyo y acompañamiento necesario a las menores, quienes ahora se encuentran bajo cuidado y protección del Estado.
Este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de detección y prevención del abuso infantil, así como de garantizar una respuesta oportuna y eficaz por parte de las instituciones responsables. Solo así podremos evitar que situaciones tan devastadoras se repitan y asegurar la plena protección de nuestros niños y niñas.