En una acción contundente para salvaguardar la salud y seguridad de los adultos mayores, las autoridades de la región de La Araucanía han ordenado el cierre de una residencia en Villarrica debido a graves deficiencias sanitarias detectadas en el establecimiento.
La Residencia Serenidad, un Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam), ha sido objeto de una exhaustiva fiscalización tras recibir una serie de denuncias ciudadanas sobre su funcionamiento. Los hallazgos de los equipos técnicos han sido alarmantes, revelando una falta de suministro de agua potable con los estándares sanitarios adecuados.
Riesgos Inaceptables para la Salud de los Residentes
Según el seremi de Salud en La Araucanía, Andrés Cuyul, las pruebas realizadas han detectado la presencia de coliformes y otras bacterias en el agua, lo que representa un alto riesgo para la salud de los adultos mayores que residen en el establecimiento.
Además de las deficiencias en el suministro de agua, la inspección también ha revelado problemas de infraestructura y recursos humanos en la residencia, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas drásticas.
Acción Inmediata para Reubicar a los Residentes
Frente a esta situación crítica, el organismo regulador ha otorgado un plazo de cinco días a la responsable de la residencia para reubicar a las cuatro personas mayores que actualmente se encuentran alojadas en condiciones irregulares.
Esta decisión refleja la urgencia de las autoridades por proteger la salud y el bienestar de los adultos mayores, quienes merecen vivir en un entorno seguro y con los cuidados adecuados. La clausura de esta residencia envía un mensaje claro de que no se tolerarán deficiencias que pongan en riesgo la vida de los residentes más vulnerables.
Lecciones Aprendidas y Mejoras Necesarias
Este incidente resalta la importancia de una supervisión rigurosa y un cumplimiento estricto de los estándares sanitarios en las residencias de adultos mayores. Las autoridades deben continuar trabajando para garantizar que todos los establecimientos de este tipo brinden condiciones de vida dignas y seguras a los residentes.
La clausura de la Residencia Serenidad es un duro golpe, pero también una oportunidad para que el sector aprenda de este caso y implemente mejoras significativas en la calidad de los servicios y la protección de los adultos mayores más vulnerables.