En un preocupante incidente, el Ejército colombiano ha denunciado que 57 de sus militares fueron secuestrados en la zona del Cañón del Micay, en el departamento del Cauca, por comunidades que aparentemente están siendo coaccionadas por una disidencia de las antiguas FARC.
Según el comunicado del Ejército, el primer hecho ocurrió el sábado en una zona rural del municipio de El Tambo, donde los uniformados sufrieron una asonada y cuatro de ellos quedaron en poder de civiles. Posteriormente, en la tarde del domingo, otro grupo de militares fue interceptado y rodeado por aproximadamente 200 personas que habrían sido «constreñidas» por el grupo armado residual Carlos Patiño, una facción del Estado Mayor Central (EMC) y la mayor disidencia de las FARC.
Una estrategia de control territorial
Esta no es la primera vez que las disidencias de las FARC recurren a tácticas de secuestro y coacción a la población civil para imponer su dominio. En marzo pasado, 28 policías y un militar fueron secuestrados en El Plateado, el principal bastión del grupo Carlos Patiño, cuando ayudaban a repeler una asonada de pobladores de la zona contra el Ejército.
Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia de las disidencias para mantener el control territorial en zonas clave del país, desafiando al Estado colombiano. A pesar de los esfuerzos del Ejército, como la «Operación Perseo» desplegada en 2024, las disidencias siguen dominando áreas como El Plateado y sometiendo a las comunidades a su voluntad.
El impacto en la población civil
Lamentablemente, los civiles se ven atrapados en medio de este conflicto, siendo utilizados como rehenes por las disidencias para presionar al Ejército. Esta situación genera un grave impacto humanitario y pone en riesgo los derechos fundamentales de las comunidades afectadas.
Ante este escenario, es crucial que el Estado colombiano redoble sus esfuerzos para recuperar el control de estas zonas, proteger a la población civil y garantizar el respeto a los derechos humanos. Solo así podrá poner fin a las tácticas de terror de las disidencias de las FARC y restablecer la seguridad y el Estado de Derecho en todo el territorio nacional.
