En un movimiento audaz y sin precedentes, el Ejército de Israel ha atacado la sede central de la Guardia Revolucionaria de Irán en Teherán. Según el principal portavoz militar israelí, Effie Defrin, los aviones de la Fuerza Aérea israelí han profundizado los daños en el área de Teherán, con énfasis en el cuartel general de la Guardia Revolucionaria.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, confirmó que el Ejército estaba atacando «objetivos del régimen y cuerpos de represión gubernamentales» en Teherán con una «fuerza sin precedentes». Según fuentes militares citadas por The Times of Israel, se estima que un gran número de efectivos de la Guardia Revolucionaria murieron en los bombardeos.
Escalada de Tensiones entre Israel e Irán
Este ataque se produce en el marco de una creciente escalada de tensiones entre Israel e Irán. Israel comenzó a bombardear Irán a mediados de junio pasado, ante los avances en el programa nuclear iraní y la amenaza que supone para el país la manufactura de misiles balísticos.
Desde entonces, la aviación israelí ha atacado infraestructuras militares, sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos e incluso plantas nucleares como las de Fordó, Natanz e Isfahán. Además, han matado a altos cargos de la Guardia Revolucionaria y a científicos nucleares.
Consecuencias Devastadoras en Ambos Bandos
Estos ataques han causado ya más de 400 muertos en Irán, la mayoría civiles, incluyendo mujeres y menores de edad. Por su parte, los ataques con misiles en represalia de Irán han matado a 24 personas en Israel, todas ellas civiles.
Además, Estados Unidos se ha sumado al conflicto con una serie de bombardeos contra las tres principales instalaciones nucleares de Irán, con el objetivo de evitar que Teherán logre fabricar una bomba atómica. Ante la ONU, Irán ha advertido que sus fuerzas armadas decidirán «el momento, la naturaleza y la escala de la respuesta proporcional» a este ataque estadounidense, que anticipan tendrá «consecuencias duraderas».
La escalada de violencia entre Israel e Irán, con la intervención de Estados Unidos, ha elevado aún más las tensiones en una región ya de por sí convulsa. Los expertos advierten que esta espiral de ataques y represalias podría desembocar en un conflicto de proporciones imprevisibles.