En un mundo post-apocalíptico donde la humanidad se encuentra aislada y fragmentada, surge la épica narrativa de Death Stranding. El protagonista, Sam Porter Bridges, es un repartidor con una habilidad única: puede regresar de la muerte y sentir la presencia de los aterradores BTs (Entidades Atadas). Su misión es reconectar a la humanidad, llevando suministros esenciales entre las ciudades aisladas y estableciendo una red de comunicación llamada Chiral Network.
A lo largo de su viaje, Sam forma vínculos con diversos personajes, como Fragile, Deadman, Mama y su hermana Lockne, quienes también luchan por reconstruir el mundo. Además, Sam transporta un BB (Bridge Baby), un infante conectado a los muertos que le permite detectar a los BTs. La historia se vuelve cada vez más compleja y filosófica, explorando temas como la vida, la muerte, el aislamiento, el dolor y los lazos humanos.
Descubriendo el Destino del Planeta
A medida que avanza, Sam descubre que su misión está profundamente conectada con el destino del planeta y con una figura misteriosa llamada Higgs, quien quiere desencadenar una extinción total. El juego propone que el acto de reconectar a las personas, tanto física como emocionalmente, es lo que puede salvar a la humanidad.
Reflexiones sobre el Poder de los Vínculos
Death Stranding es tanto una experiencia narrativa como una reflexión sobre el poder de los vínculos en un mundo roto. Nos invita a considerar cómo nuestras conexiones, incluso en los momentos más oscuros, pueden ser la clave para la supervivencia y la reconstrucción de una sociedad fragmentada.
Ahora, con la inminente llegada de Death Stranding 2: On The Beach, es el momento perfecto para sumergirse en la épica historia del primer juego y prepararnos para continuar este viaje de reconexión y esperanza.