En una conmovedora historia de heroísmo y sacrificio, Marcelo, un hombre de El Tabo, se convirtió en el héroe que el mar nunca devolvió. El 23 de marzo de este año, Marcelo, de 45 años, tomó la decisión de arriesgar su propia vida para salvar a una mujer que se estaba ahogando en la playa Chépica.
Marcelo, un Hombre Dedicado a Dios y a Ayudar a los Demás
Según su hermana Solange, Marcelo era una persona que se preocupaba profundamente por los demás. «Él se preocupaba mucho de la gente, siempre estaba ayudando, salvando gente», relata Solange. Incluso en los últimos meses, cuando Marcelo lidiaba con problemas de salud como una hernia umbilical y problemas en la vesícula, aún encontraba la forma de salir a trotar cuando se sentía mejor para disfrutar de su lugar favorito: la playa de El Tabo.
El Trágico Desenlace
El fatídico 23 de marzo, Marcelo se encontraba en la playa con su sobrino Agustín, cuando vio que una mujer se estaba ahogando. Sin dudarlo, Marcelo se internó en el mar, que ese día tenía bandera roja, para rescatarla. Según testigos, Marcelo logró acercar a la mujer a la orilla, pero una ola lo arrastró de vuelta al mar, y nunca más volvió a salir.
La Búsqueda Incansable y el Dolor de la Familia
Desde ese momento, la familia de Marcelo ha enfrentado una espiral de frustraciones. Solange y su madre han recorrido la playa día tras día, buscando desesperadamente el cuerpo de Marcelo, pero sin éxito. «Ha sido duro. En la mañana cuando te levantas y no sabes para dónde ir. En la noche la oscuridad y el silencio a uno la mata», relata Solange entre lágrimas.
Cuestionamientos y Acciones Legales
La familia Pefferle cuestiona fuertemente la falta de apoyo y fiscalización por parte de las autoridades competentes. Según ellos, en el quiosco donde debería haber un salvavidas, no había nadie, lo que pudo haber evitado la tragedia. Ahora, el abogado de la familia, Mauricio Bustamante, busca que se reconozca la muerte presunta de Marcelo, para poder resolver asuntos legales y trámites pendientes.
La familia espera que, a través de este caso, se visibilice la necesidad de mejorar el sistema de seguridad en las playas, para que una tragedia como esta no vuelva a ocurrir. Mientras tanto, siguen mirando al mar, con la esperanza de poder dar a Marcelo el descanso que merece.