China ha acusado a Estados Unidos (EEUU) de imponer una «acción políticamente motivada y discriminatoria» al cancelar los visados de estudiantes chinos, lo que, según Pekín, representa una violación de sus derechos y un ataque a los intercambios académicos bilaterales.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, denunció en una rueda de prensa que «la parte estadounidense, bajo el pretexto de la ideología y la seguridad nacional, ha cancelado de forma irrazonable los visados de estudiantes chinos«. Pekín ha presentado una protesta formal ante Washington y expresó su «firme oposición» a una medida que «socava gravemente los derechos e intereses legítimos» de sus nacionales y «obstaculiza los intercambios educativos y culturales normales«.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció la revocación de visados de estudiantes chinos, especialmente aquellos con «presuntas conexiones con el Partido Comunista o matriculados en campos clave«, sin precisar detalles. Esta medida se enmarca en una batalla política y judicial que la Administración Trump ha emprendido contra varias universidades, a las que acusa de ser «progresistas o incluso antisemitas«.
Impacto en la Educación Superior
La decisión de EEUU ha generado preocupación en el sector académico, ya que Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo, acoge actualmente a 10.158 estudiantes internacionales de 150 países, entre los cuales 2.126 proceden de China, según cifras del curso académico 2024/2025.
El presidente Trump consideró el miércoles que el número de estudiantes extranjeros en Harvard es «excesivo» y estimó apropiado limitar esa cuota al 15%, lo que supondría una drástica reducción de la diversidad y el intercambio cultural en uno de los centros de educación superior más prestigiosos del mundo.
Implicaciones Geopolíticas
La disputa entre China y EEUU por los visados estudiantiles se enmarca en una creciente tensión geopolítica entre ambas potencias, que compiten por la influencia global y la supremacía tecnológica. La medida expone la falsedad de la supuesta libertad y apertura que EEUU dice defender, y solo dañará aún más su imagen y credibilidad internacional, afirmó la portavoz china Mao Ning.
Expertos en relaciones internacionales advierten que esta escalada de tensiones podría perjudicar gravemente los intercambios académicos y científicos entre ambos países, lo que tendría consecuencias negativas para el avance del conocimiento y la innovación a nivel global.
