Apenas tres días después del devastador paso de un tornado por la ciudad de Puerto Varas, en la región de Los Lagos, las autoridades han confirmado que más de 200 hogares han sido catastrados y evaluados. Este evento climático extremo ha dejado a numerosas familias sin hogar, lo que ha desencadenado una respuesta coordinada y solidaria por parte de las instituciones y la comunidad local.
Para brindar un techo temporal a los damnificados, se entregarán 50 viviendas de emergencia, una medida crucial considerando que se aproxima un nuevo sistema frontal con lluvias. En la zona afectada, decenas de voluntarios, efectivos de Carabineros y conscriptos del Ejército trabajan arduamente en el despeje y retiro de escombros, mientras que en el centro de acopio instalado en el gimnasio fiscal se reciben y organizan las donaciones de la comunidad.
Asistencia Integral y Reconstrucción Resiliente
La subsecretaria de Servicios Sociales, Francisca Gallegos, ha llegado a la zona para verificar el levantamiento de información relacionada con las fichas FIBE, un instrumento clave para caracterizar la situación socioeconómica de los hogares afectados. Este proceso avanza rápidamente, lo que permitirá consolidar los datos y ponderar el nivel de afectación para determinar los montos de asistencia que se entregarán durante el fin de semana.
Poder digitalizar la información y enviarla al Ministerio del Interior nos permitirá que puedan llegar 50 viviendas de emergencia a través de Senapred, explicó el alcalde de Puerto Varas, Tomás Gárate, destacando la importancia de esta coordinación interinstitucional.
Preparación y Respuesta Ante Desastres
Paralelamente, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta Ante Desastres (Senapred) ha emitido una Alerta Temprana Preventiva, orientada por los pronósticos de precipitaciones, tornados y trombas marinas, con el objetivo de mantener a la población informada y preparada ante la posibilidad de nuevos eventos climáticos extremos.
La comunidad de Puerto Varas ha demostrado su fortaleza y solidaridad, activando ollas comunes en parroquias y organizándose para recibir y distribuir las donaciones que llegan al centro de acopio. Esta respuesta integral, que combina la asistencia gubernamental con el apoyo comunitario, será fundamental para la reconstrucción resiliente de la ciudad y el bienestar de las familias afectadas.
