La Ley 21.659 de 2024 ha establecido un nuevo marco jurídico para la seguridad privada en Chile, incluyendo especificaciones sobre quiénes pueden portar armas de fuego. Mientras que los guardias de seguridad generalmente no tienen autorización para usar armas, los vigilantes privados son los únicos que pueden hacerlo, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos.
Vigilantes Privados: Protectores Armados
Los vigilantes privados son contratados directamente por entidades calificadas como «obligadas» por el reglamento, como empresas de transporte de valores, instituciones bancarias y financieras. A diferencia de los guardias de seguridad, que trabajan para empresas externas, los vigilantes privados son parte del equipo de seguridad interno de la organización que los contrata.
Para poder portar armas de fuego, los vigilantes privados deben aprobar un curso especial de formación teórico-práctico, autorizado por Carabineros de Chile (OS-10), que incluye capacitación en el uso de armas. Además, cada entidad debe contar con un encargado de armas que se encarga de mantener y entregar las armas a los vigilantes al inicio y final de cada jornada.
Guardias de Seguridad: Sin Armas
Los guardias de seguridad, por otro lado, también deben aprobar un curso impartido por Carabineros, pero este es menos extenso y no incluye formación en el uso de armas de fuego. Por lo tanto, los guardias de seguridad no tienen autorización para portar armas, a menos que cuenten con una autorización extraordinaria de la autoridad competente.
Otra diferencia clave es que los guardias de seguridad son contratados por empresas de seguridad privada que prestan servicios a terceros, mientras que los vigilantes privados son parte del equipo de seguridad interno de la entidad que los contrata.
Elementos de Protección
Además del uso de armas de fuego, la ley establece que los empleadores deben proporcionar a los vigilantes privados elementos defensivos y de protección, como chalecos antibalas, bastones retráctiles y esposas, para resguardar su vida e integridad física.
Asimismo, cada vez que se haga uso del arma de fuego, esto debe ser registrado en un diario con información sobre la munición utilizada y si hubo lesiones, muertes o daños de cualquier naturaleza.
Seguridad Reforzada
La nueva ley de seguridad privada en Chile busca fortalecer la protección de personas y bienes al establecer un marco regulatorio más claro y específico para los diferentes actores de la seguridad privada. Al otorgar a los vigilantes privados la autorización para portar armas de fuego, se les confiere un mayor nivel de capacidad y responsabilidad en el desempeño de sus funciones.
Esta regulación busca equilibrar la seguridad de las entidades y sus bienes, al tiempo que se establecen controles y requisitos para garantizar el uso adecuado y responsable de las armas de fuego por parte de los vigilantes privados.