Este miércoles 28 de mayo entra en vigencia la Ley N°21.717, que establece nuevas reglas para la realización de Funerales de Riesgo. La ley, publicada recientemente por el Ejecutivo, tiene como objetivo principal garantizar la seguridad y el orden público durante estos eventos, evitando que se conviertan en un mecanismo para enaltecer el crimen.
La actividad de presentación de la ley fue encabezada por el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, y contó con la presencia de altos mandos de Carabineros, la Subsecretaría de Prevención del Delito y el Delegado Presidencial de la Región Metropolitana. Cordero señaló que la ley busca dar tranquilidad a las personas cuando ocurra una muerte violenta, asegurando que los funerales se realicen sin alterar la seguridad pública.
Principales Aspectos de la Ley de Funerales de Riesgo
Según la nueva normativa, cuando se presuma que un funeral representa un riesgo para la seguridad y el orden público, la autoridad ordenará que el proceso funerario se realice dentro de las 24 horas desde su notificación. Esto deberá llevarse a cabo en un cementerio o crematorio autorizado por el Código Sanitario.
Para tomar esta decisión, el Delegado o Delegada Presidencial considerará un informe técnico de Carabineros que detallará antecedentes delictuales del fallecido y las circunstancias del deceso. Este informe deberá ser entregado en un plazo máximo de dos horas desde que se tenga conocimiento del fallecimiento.
Además, Carabineros determinará el tipo de despliegue y recursos necesarios para gestionar el riesgo asociado al funeral, y comenzará a desarrollar acciones operativas. Para la calificación de riesgo, la autoridad también podrá requerir información a la PDI y a Gendarmería.
Sanciones por Delitos Cometidos en Funerales de Riesgo
En relación a los posibles delitos que se cometan en el marco de estos funerales, la ley establece que las penas aplicables excluirán el grado mínimo. Esto contempla los delitos cometidos dentro del cementerio o crematorio, así como aquellos que puedan ocurrir en las inmediaciones o durante el traslado del cortejo fúnebre.
Con esta nueva ley, el Gobierno busca prevenir el enaltecimiento del crimen y garantizar que los funerales de personas fallecidas en circunstancias violentas se lleven a cabo de manera ordenada y segura, sin poner en riesgo la tranquilidad de la ciudadanía.