Las finanzas públicas no pueden estar aisladas del debate político. Es fundamental reconocer que la Dirección de Presupuestos (DIPRES) no solo elabora, fiscaliza y evalúa el gasto del Estado, sino que también proyecta los ingresos fiscales y el nivel de endeudamiento del país, a veces con poca precisión.
En este contexto, es importante recordar que el Consejo Fiscal Autónomo ha recomendado al Poder Ejecutivo y al Legislativo diseñar y consensuar una agenda concreta no solo para cumplir con las metas fiscales de 2025 y 2026, sino también para fortalecer la sostenibilidad fiscal a largo plazo. Además, el Banco Central ha advertido que la persistencia de déficits estructurales ha ido mermando las holguras fiscales y ha aumentado la deuda pública.
Fortaleciendo el Contrapeso Político
Nadie propone un conflicto como el acontecido en 1891, donde las diferencias por el presupuesto fiscal desencadenaron una guerra civil. Sin embargo, el Congreso debe presionar para generar una nueva institucionalidad fiscal, que establezca un contrapeso real y efectivo a las directrices de la DIPRES.
Por ejemplo, ¿por qué los informes financieros son enmendados desde la DIPRES sin posibilidad de debate? ¿Por qué no dotar de atribuciones y personalidad jurídica a la Asesoría Presupuestaria del Congreso, para que pueda ejercer un papel más activo en la supervisión y equilibrio de las finanzas públicas?
Limitando las Libertades Fiscales del Ejecutivo
El Poder Ejecutivo cuenta con grandes libertades en materia fiscal, las cuales, a la luz de los hechos en materia de proyecciones erradas y deuda en expansión, deben ser limitadas. Es el Poder Legislativo el llamado a concretar los cambios correspondientes, estableciendo un contrapeso político efectivo que garantice una mayor responsabilidad y sostenibilidad fiscal a largo plazo.
El Congreso debe presionar para generar una nueva institucionalidad fiscal, que establezca un contrapeso real y efectivo a las directrices de la DIPRES.
