Veinte años después de la trágica marcha en los faldeos del volcán Antuco que cobró la vida de 44 conscriptos y un sargento segundo, la conmemoración estuvo marcada por el dolor de quienes perdieron a sus seres queridos, pero también por la frustración de considerar que los compromisos adquiridos no se han cumplido.
Con la presencia del vicepresidente Álvaro Elizalde y la ministra de Defensa Adriana Del Piano, la ceremonia sirvió como un recordatorio amargo de la negligencia que llevó a esta catástrofe militar. Familiares y sobrevivientes criticaron duramente al Ejército por haber recontratado como civil al exmayor Patricio Cereceda, declarado culpable de dar la orden de marchar en condiciones climáticas adversas.
Lecciones Aprendidas y Promesas Incumplidas
Según Carolina Renca, hermana de uno de los soldados fallecidos, el Ejército ha manifestado compartir el dolor de las familias, pero sus acciones, como la contratación de Cereceda, demuestran lo contrario. Pese a todos los compromisos adoptados por el Ejecutivo y la rama castrense, nos seguimos sintiendo abandonados por las autoridades, afirmó Alexis Fuentes, tesorero de la agrupación de soldados sobrevivientes.
La ministra de Defensa reconoció que tras lo ocurrido, se sacaron lecciones importantes, no solo con los conscriptos, sino también con los mandos de la institución en materia de preparación. Por su parte, el ministro del Interior enfatizó en que nunca más debe ocurrir un hecho de estas características en nuestro país.
Compromiso Renovado y Justicia Pendiente
La ceremonia culminó en la plaza que recuerda a los 45 soldados caídos, donde familiares y sobrevivientes insistieron en que las autoridades deben cumplir con sus compromisos. Queda pendiente la sensación de que, si bien se han aprendido lecciones, aún falta justicia y reparación para quienes sufrieron esta tragedia.