En un incidente alarmante, diez reclusos con antecedentes violentos lograron escapar de una prisión en Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos. Según las autoridades, los presos huyeron a través de un agujero que abrieron detrás de un inodoro, dejando inscripciones burlescas en la pared.
La fuga ocurrió durante la madrugada y no fue hasta horas después que el personal penitenciario se percató de la ausencia de los internos durante un recuento de rutina. Las edades de los fugitivos oscilan entre los 20 y 42 años, y al menos cuatro de ellos enfrentan cargos por asesinato, mientras que otros tienen antecedentes por agresiones con armas de fuego y delitos relacionados con drogas.
Búsqueda Intensiva y Recaptura Parcial
Tras la alerta, la policía estatal de Luisiana logró arrestar a uno de los fugitivos, Kendell Myles, en un estacionamiento de un hotel céntrico de la ciudad. Myles fue detenido después de una breve persecución y había intentado esconderse debajo de un vehículo.
Sin embargo, la búsqueda continúa para localizar a los nueve presos restantes, a quienes las autoridades consideran peligrosos y posiblemente armados. La oficina del sheriff trabaja en coordinación con la policía local y estatal para recapturar a los fugitivos y evitar que puedan causar más daño.
Fallas de Seguridad y Reacciones
El incidente ha generado indignación en Luisiana, con la fiscal general del estado, Liz Murrill, declarando que «alguien claramente cometió un error y no hay excusa para esto«. Por su parte, el gobernador Jeff Landry instó a los fugitivos a entregarse, advirtiendo que la policía estatal los está buscando con determinación.
Las autoridades sospechan que los reclusos pudieron haber recibido ayuda de miembros del personal de la prisión para lograr su fuga. Esta falla de seguridad ha puesto en tela de juicio la eficacia de los protocolos de la cárcel y ha desatado un llamado a reforzar las medidas de contención y vigilancia en el sistema penitenciario.
