El Gobierno se encuentra en una situación delicada debido al escándalo generado por el caso ProCultura, el cual parece no lograr disipar a pesar de los intentos por desactivar la polémica antes de la gira del Presidente Gabriel Boric por Japón y China.
Ayer, personeros de La Moneda tuvieron que volver a dar explicaciones sobre la tesis del Frente Amplio, que afirma que hubo espionaje político en el «pinchazo» a la conversación entre el Mandatario y la exesposa del fundador de la fundación, Josefina Huneeus. Sin embargo, tanto la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, como el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, optaron por evadir las preguntas y desestimar la tesis frenteamplista.
Orellana, quien es el rostro del Frente Amplio en el comité político de ministros, se limitó a señalar que en el Ejecutivo existe tranquilidad en cuanto a descartar cualquier tipo de ilícito por parte del Gobierno. Incluso, cuando los periodistas insistieron, la ministra les respondió: «Eso es una afirmación tuya. No me vai a sacar esa cuña«.
Por su parte, el ministro Cordero fue más contundente al desmarcarse de lleno de la acusación de espionaje, indicando que si hubiese existido, ya se habrían querellado al respecto. «No tiene connotación jurídica«, afirmó el secretario de Estado, descartando la validez de la tesis del Frente Amplio.
Cabe destacar que durante el fin de semana se emitió un comunicado en el que se hablaba de «espionaje político», del cual se desprendió el candidato presidencial Gonzalo Winter y varios parlamentarios. Sin embargo, el Gobierno parece estar decidido a desactivar la crisis antes de la gira presidencial, a pesar de las insistentes preguntas de la prensa.