Después de meses de tensiones comerciales, Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo temporal para reducir parcialmente los elevados aranceles impuestos recíprocamente. Esta tregua de 90 días entra en vigor este miércoles y representa un respiro en la guerra comercial entre las dos potencias económicas más importantes del mundo.
Principales Puntos del Acuerdo
El acuerdo alcanzado en Ginebra establece lo siguiente:
- Reducción de Aranceles: Washington reducirá los aranceles del 145% al 30% sobre productos chinos, mientras que Pekín bajará los suyos del 120% al 10% sobre bienes estadounidenses.
- Eliminación de Represalias: China se compromete a eliminar las restricciones no arancelarias aplicadas desde abril, como las sanciones a empresas estadounidenses y la investigación antimonopolio contra DuPont.
- Mecanismo de Consulta: Se creará un sistema permanente de diálogo y negociación entre ambas partes, que podrán reunirse alternativamente en China, EEUU o un tercer país.
Más Allá de los Aranceles
Si bien la reducción de aranceles es el aspecto más destacado del acuerdo, los analistas no creen que esta tregua temporal se traduzca en una paz comercial duradera. Existen otros factores subyacentes que han alimentado la tensión entre EEUU y China, como:
- Preocupaciones de Seguridad Nacional: EEUU mantiene los aranceles sobre acero, aluminio y productos farmacéuticos para proteger industrias estratégicas.
- Disputa por el Liderazgo Tecnológico: La competencia por el dominio en sectores clave como inteligencia artificial, 5G y semiconductores es una fuente de fricción.
- Desequilibrio Comercial: El déficit comercial de EEUU con China sigue siendo un punto de tensión que ambos países buscan resolver.
Implicaciones Económicas
La tregua comercial representa un respiro temporal para la economía global, que se ha visto afectada por la guerra de aranceles. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que las negociaciones a largo plazo siguen siendo complejas. Algunos expertos advierten que:
- La reducción de aranceles podría aliviar la presión inflacionaria y mejorar la confianza de los consumidores y las empresas.
- Pero la falta de un acuerdo definitivo mantiene la amenaza de una escalada futura, lo que genera incertidumbre y afecta las decisiones de inversión.
- El impacto real dependerá de si ambas partes logran avanzar hacia un acuerdo más amplio y duradero en los próximos 90 días.
En resumen, la tregua comercial entre EEUU y China representa un respiro temporal, pero no resuelve los desafíos estructurales que subyacen a la disputa. Tanto Washington como Pekín deberán demostrar su voluntad de negociar y llegar a un acuerdo integral que brinde estabilidad a la economía global.