Tras la invasión rusa a Ucrania, las negociaciones entre ambos países han sido un tema central en el conflicto. Si bien el presidente ucraniano Volodimir Zelenski había dejado claro que no aceptaría reunirse con ningún otro representante ruso que no fuera el propio Vladimir Putin, parece que Rusia ha optado por enviar a un equipo negociador liderado por el asesor presidencial Vladimir Medinski.
Según detalles proporcionados por France 24, la delegación rusa estará compuesta por un viceministro de Exteriores, un viceministro de Defensa y un alto cargo del Estado Mayor del Ejército ruso. Esta no será la primera vez que Medinski lidera las conversaciones con Kiev, pues ya lo hizo en las semanas posteriores a la invasión en Estambul durante el 2022.
Por su parte, Zelenski ha reiterado que la decisión sobre un alto el fuego y el futuro de la guerra están en manos de Moscú, y que Ucrania está dispuesta a participar en cualquier formato de negociaciones. Sin embargo, el jefe de la oficina de la Presidencia ucraniana, Andri Yermak, ha señalado que si Putin no viaja a Turquía, «sería la señal definitiva de que Rusia no quiere terminar la guerra ni está dispuesta a iniciar negociaciones».
En respuesta, el portavoz presidencial de Rusia, Dmitri Peskov, ha indicado que la delegación rusa «esperará a la delegación ucraniana en Estambul», remarcando que «sigue en pie» la propuesta de Putin de reanudar las conversaciones con Kiev. Esto sugiere que, si bien Putin no estará presente, Rusia mantiene su disposición a continuar con las negociaciones.
La ausencia de Putin en esta cumbre turca podría interpretarse como una señal de que Rusia no está dispuesta a hacer concesiones significativas en las negociaciones. Sin embargo, la presencia del equipo negociador ruso liderado por Medinski también indica que Moscú sigue interesado en mantener el diálogo con Ucrania, aunque quizás con un enfoque más técnico y menos político.
En resumen, la dinámica de las negociaciones entre Rusia y Ucrania sigue siendo compleja y llena de incertidumbre. La ausencia de Putin en la cumbre turca podría ser una señal de que Rusia no está dispuesta a hacer concesiones, pero también podría indicar que Moscú prefiere mantener un enfoque más pragmático y técnico en las conversaciones. En cualquier caso, el futuro de estas negociaciones y del conflicto en general sigue siendo incierto.
