La violencia que ha azotado la Macrozona Sur de Chile ha dejado una estela de sufrimiento que trasciende las cifras oficiales. Según la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag), más de 40,000 personas han sido víctimas directa o indirectamente de estos hechos, un número alarmante que contrasta con la falta de un registro oficial por parte de las autoridades.
El gerente de Acoforag, René Muñoz, explica que en los últimos 12 años han logrado documentar más de 40,000 personas afectadas, ya sea por ataques a sus propiedades, amenazas o incluso agresiones físicas. Esto incluye no solo a los trabajadores de las empresas forestales, sino también a sus familias y comunidades aledañas, quienes han sufrido las consecuencias de esta espiral de violencia.
La Comisión por La Paz y Entendimiento: Una Oportunidad Perdida
La creación de la Comisión Presidencial por La Paz y Entendimiento en la Macrozona Sur generó expectativas de que se lograría cuantificar el impacto humano de estos conflictos. Sin embargo, según los parlamentarios Andrés Jouannet y Gloria Naveillán, la comisión no logró elaborar un registro de las víctimas, a pesar de tener la oportunidad de consultar a los distintos gremios afectados.
«La Comisión tuvo la oportunidad de consultar a los distintos gremios y no lo hizo. Es lamentable que no hayan logrado cuantificar el número de personas afectadas por los ataques en la Macrozona Sur» – Andrés Jouannet, diputado de Amarillos en La Araucanía.
Esta falta de un catastro oficial ha dejado a las víctimas de la violencia sin el reconocimiento y el apoyo que merecen, lo que ha generado frustración y desconfianza en la población afectada.
Más allá de las Cifras: El Impacto Humano de la Violencia
Más allá de las estadísticas, la violencia en la Macrozona Sur ha tenido un profundo impacto en la vida de miles de personas. Familias han perdido sus medios de subsistencia, trabajadores han sido desplazados de sus hogares y comunidades enteras han visto sus vidas trastocadas por los ataques.
La Asociación de Víctimas de la Violencia Rural ha logrado documentar 420 personas afectadas, una cifra que, si bien es significativa, no logra capturar la magnitud del sufrimiento que ha generado esta crisis.
Es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes para reconocer y atender a las víctimas de la violencia en la Macrozona Sur. Solo así podrán comenzar a sanar las heridas de una comunidad que ha sido testigo de demasiado dolor y pérdida.