Delimar no siempre se llamó así. Durante 6 años, el mundo la conoció como Aaliyah, el nombre que le dio la mujer que la secuestró. La historia de cómo esta bebé de 10 días fue dada por muerta en un incendio, pero en realidad fue raptada por una familiar, es una trama llena de sorpresas y giros inesperados.
Era la noche del 15 de diciembre de 1997 cuando ocurrió el incidente. Luz Cuevas y Pedro Vera, una pareja puertorriqueña que vivía en Filadelfia, Estados Unidos, tenían dos hijos pequeños y una recién nacida de apenas 10 días, Delimar. Lo que nadie sabía era que Carolyn, una prima de Pedro, tenía planes siniestros.
El Secuestro en Medio de un Incendio
Momentos antes del incendio, Carolyn estuvo en la casa y subió a la habitación de Delimar, sacándola de su cuna y dejándola cerca de la ventana. Cuando Luz y Carolyn bajaron las escaleras, escucharon un estruendo y Luz subió a la habitación de su bebé, que estaba en llamas. Para su horror, la cuna donde había dejado a Delimar estaba vacía.
«Tengo que salir de esta habitación porque, si paso más tiempo aquí, me voy a morir. Pero mi hija no está aquí», recordó Luz. Tras la extinción del fuego, los bomberos le entregaron un pedazo de colchón envuelto, haciéndole creer que era su hija.
La Mentira de Carolyn se Derrumba
Mientras tanto, Carolyn decía a sus conocidos que estaba embarazada y, meses después, llegó a su casa una bebé a la que registró como Aaliyah. Aseguró que la había dado a luz en su propia casa.
Pasaron los años y la familia se separó, pero Luz seguía en contacto con los parientes de Pedro. En 2004, fue invitada a una fiesta de cumpleaños en casa de una excuñada, donde vio a Carolyn con una niña de 6 años. Luz sintió de inmediato que esa niña era su hija Delimar, a pesar de que se la habían dado por muerta.
La Prueba de ADN Revela la Verdad
Cuando la niña subió a jugar, Luz se le acercó y le arrancó un mechón de cabello. Algo alertó a Carolyn, quien se apresuró a irse con la niña. Tras la insistencia de Luz, la policía y un fiscal tomaron el caso, y la prueba de ADN confirmó que Aaliyah era en realidad Delimar, la bebé dada por muerta en el incendio.
Carolyn se declaró culpable y fue enviada a prisión, pero nunca reveló quién la ayudó a secuestrar a la bebé y provocar el incendio.
El Difícil Proceso de Adaptación
Para Delimar, el mundo que conocía se derrumbó. Estaba acostumbrada al nombre de Aaliyah y le costaba aceptar ser llamada Delimar. Incluso pensó que cuando Carolyn saliera de la cárcel, podrían volver a estar juntas, pero la realidad la golpeó con fuerza.
Hoy, Delimar ha logrado reconstruir su vida y su identidad, pero la herida del secuestro y la pérdida de su madre adoptiva aún la acompañan. Su historia es un recordatorio de la importancia de la familia y de la resiliencia humana ante los desafíos más inesperados.