Rodrigo Ureña, el volante chileno del club peruano Universitario, vivió un momento de gran angustia y preocupación durante un entrenamiento del equipo, cuando un grupo de hinchas radicales irrumpió en la tribuna y comenzó a amenazar a los jugadores y sus familias.
Los hechos ocurrieron la noche del domingo, luego de la derrota de Universitario ante Alianza Atlético. El entrenador Jorge Fossati ordenó que la mayoría de los titulares se quedaran a practicar, pensando en el próximo partido de Copa Libertadores contra Barcelona de Ecuador. Entre ellos estaba Ureña, quien al percatarse de la situación comenzó a reclamar a los simpatizantes.
«Están las familias ahí conchetumadre», gritó una y otra vez Ureña, desesperado por la seguridad de su hijo. «¡Mi hijo! ¿Dónde está mi hijo?», agregó, temiendo que su hijo estuviera expuesto a los disturbios.
Reacción de Universitario y Medidas Legales
Ante la gravedad de los hechos, el club peruano Universitario emitió un comunicado condenando la irrupción de los «desadaptados, mal llamados hinchas» en la tribuna preferencial. Además, informaron que han identificado a los responsables e iniciado las acciones legales correspondientes, amparándose en la Ley N°30037 que previene y sanciona la violencia en los espectáculos deportivos.
Universitario también remarcó que «tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar la integridad de nuestros jugadores, sus familias, y la de toda la comunidad que asiste al estadio». Este incidente pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la seguridad y el control de acceso en los estadios, para evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir y poner en riesgo la integridad de los jugadores y sus seres queridos.
Solidaridad con Rodrigo Ureña
Diversos medios y aficionados han expresado su solidaridad con Rodrigo Ureña por el angustiante momento que vivió, temiendo por la seguridad de su hijo. Algunos han calificado a los hinchas radicales como «cagones» y «mala leche» por atacar a los jugadores y sus familias, destacando el terror que debió sentir Ureña por el bienestar de su hijo.
Este lamentable incidente pone de manifiesto la necesidad urgente de que los clubes y las autoridades deportivas tomen medidas más efectivas para garantizar la seguridad de los jugadores, sus familias y los aficionados en general. Solo así se podrá evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir en el futuro.
