Apenas finalizado el alto al fuego de 72 horas decretado unilateralmente por Rusia, la Fuerza Aérea de Ucrania reportó que el país vecino lanzó más de 100 drones de ataque sobre su territorio durante la noche del sábado al domingo. Según las autoridades ucranianas, 60 de estos aparatos fueron derribados, pero el ataque masivo con drones Shahed y otros modelos causó alarma en varias regiones, incluida la capital Kiev.
Este nuevo embate aéreo se produce en un contexto de intensos esfuerzos diplomáticos por parte de los aliados europeos de Ucrania, respaldados por Estados Unidos, para lograr que Rusia acepte un cese de hostilidades completo e incondicional de 30 días a partir del lunes. De lo contrario, advierten, Moscú se enfrentaría a nuevas sanciones masivas
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Tregua Incumplida y Propuesta de Negociación
El Kremlin había declarado unilateralmente este alto al fuego de tres días con motivo de las conmemoraciones del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, celebradas el viernes en la Plaza Roja de Moscú. Sin embargo, tanto Rusia como Ucrania acusaron a la otra parte de no respetar la tregua.
Ante esta situación, el presidente ruso, Vladímir Putin, propuso este domingo la celebración de negociaciones directas y sin condiciones previas entre Rusia y Ucrania a partir del jueves en Estambul. Con esta oferta, Putin parece aplazar cualquier posibilidad de instaurar el alto al fuego exigido por los aliados de Kiev.
Implicaciones Geopolíticas y Posibilidades de Diálogo
Los expertos analizan que esta nueva escalada de ataques con drones por parte de Rusia, pese al cese al fuego unilateral, podría responder a una estrategia de presión para obtener concesiones en futuras negociaciones. Asimismo, la propuesta de Putin de retomar las conversaciones en Estambul, sin condiciones previas, sugiere una postura más flexible, aunque aún con importantes diferencias con las exigencias de los aliados occidentales.
En este escenario de tensión y desconfianza mutua, los analistas coinciden en que lograr un acuerdo de paz duradera requerirá de importantes concesiones y un delicado equilibrio de intereses geopolíticos entre Rusia, Ucrania y sus respectivos bloques de aliados. La capacidad de las partes para encontrar puntos de encuentro será clave para poner fin a este conflicto que ya lleva más de un año de duración.