Alemania ha anunciado que rechazará a solicitantes de asilo en sus fronteras terrestres como parte de sus esfuerzos por reducir el número de llegadas de migrantes irregulares y solicitudes de asilo. El nuevo ministro del Interior, Alexander Dobrindt, explicó que se anulará una instrucción verbal de 2015 que impedía a la Policía Federal rechazar a estos solicitantes, lo que ahora les permitirá llevar a cabo dichos rechazos.
Estas medidas se suman al aumento de las denegaciones en frontera de los migrantes irregulares que intentan entrar en Alemania, que el nuevo gobierno del conservador Friedrich Merz implementará. Dobrindt, del partido Unión Socialcristiana (CSU), afirmó que «las cifras en la migración irregular son todavía demasiado elevadas» y por eso «la República Federal de Alemania tomará decisiones para reducir las cifras de la migración irregular y las solicitudes de asilo».
Controles Fronterizos Más Estrictos
Además del rechazo de solicitantes de asilo, Alemania también reforzará los controles en sus fronteras, que abarcan unos 3.800 kilómetros con nueve países vecinos. Actualmente hay desplegados 11.000 policías en estas fronteras, pero este número podría aumentar hasta 14.000 efectivos.
«Aumentaremos paso a paso este mayor número de rechazos y controles más estrictos en las fronteras. Paso a paso nos aseguraremos de que se desplieguen más agentes de policía en las fronteras y puedan llevar a cabo estos rechazos», explicó Dobrindt.
Alemania comenzó a implementar controles fronterizos con Polonia, República Checa y Austria en octubre de 2023, y los amplió a todas sus fronteras nacionales en septiembre de 2024. Estas medidas han tenido cierto éxito, con 23.000 rechazos o devoluciones de un total de 34.000 entradas ilegales registradas desde entonces.
Protección a Grupos Vulnerables
Sin embargo, el ministro del Interior recalcó que el gobierno alemán seguirá proporcionando protección especial a grupos vulnerables, como niños, mujeres embarazadas y otros, asegurándose de que no sean rechazados en las fronteras.
«Seguimos proporcionando protección especial y nos aseguraremos de que estos grupos vulnerables sigan sin ser rechazados en nuestras fronteras», prometió Dobrindt.
Estas medidas se enmarcan en los esfuerzos del nuevo gobierno alemán por reducir la migración irregular y las solicitudes de asilo, que siguen siendo consideradas demasiado altas a pesar de los descensos registrados en los últimos años.