Chile está dando pasos importantes hacia la modernización de su sistema de salud, con la implementación de una nueva normativa que permitirá la interoperabilidad de las fichas médicas entre proveedores públicos y privados. Esta reforma, que entrará en vigor en 2025, tiene el potencial de mejorar significativamente la atención al paciente, pero también plantea desafíos en materia de ciberseguridad que deben ser abordados con cautela.
Beneficios de la Ficha Clínica Digital Interoperable
Según el análisis de ESET, la nueva regulación ofrecerá varios beneficios clave para la sociedad chilena:
- Mayor accesibilidad y continuidad en la atención médica: Los profesionales de la salud tendrán acceso a la información clínica completa de los pacientes, lo que permitirá una atención más integral y coordinada.
- Reducción de errores por duplicidad de información: Al tener una sola fuente de datos actualizada, se evitarán problemas como recetas o tratamientos duplicados.
- Menor gasto en trámites administrativos: La digitalización y el intercambio de información reducirán los costos asociados a la gestión de documentos físicos.
Desafíos de Ciberseguridad
Sin embargo, la facilidad de acceso a la información médica también plantea riesgos importantes en materia de ciberseguridad, según advierte Mario Micucci, investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica:
- Robo de identidad médica: Los delincuentes podrían acceder a los datos de los pacientes y utilizarlos para fines fraudulentos.
- Accesos no autorizados: Vulnerabilidades en la configuración del sistema podrían permitir que personal no autorizado acceda a la información.
- Ataques de malware: Los sistemas de salud podrían ser blanco de ciberataques, como el ransomware, que podrían comprometer la disponibilidad de los datos.
Estrategias de Seguridad Clave
Para mitigar estos riesgos, Micucci destaca la importancia de implementar prácticas de seguridad de la información robustas:
- Cifrado de extremo a extremo en el almacenamiento y transmisión de datos médicos.
- Autenticación multifactor (MFA) para acceder a los registros clínicos.
- Segmentación de accesos según roles y permisos del personal.
- Adopción de un modelo zero trust para monitorizar en tiempo real los accesos y anomalías.
- Cumplimiento estricto de normativas de protección de datos, con protocolos de autenticación federada y blockchain para trazabilidad.
- Sandboxing de sistemas críticos para evitar la propagación de ataques.
Además, la capacitación del personal que utilizará estos sistemas es fundamental, ya que incluso los sistemas más seguros pueden fallar por errores humanos o ingeniería social.
En resumen, la digitalización de las fichas médicas en Chile representa una oportunidad para mejorar la atención sanitaria, pero también exige una sólida estrategia de ciberseguridad para proteger la información sensible de los pacientes y evitar posibles filtraciones o ataques.