La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se ha mantenido firme en su decisión de no bajar las tasas de interés, a pesar de las constantes presiones del presidente Donald Trump. En su última reunión, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed dejó los tipos de interés en su rango actual del 4,25 al 4,5%, señalando que los riesgos de inflación y desempleo han aumentado, pero que los indicadores económicos siguen mostrando una expansión sólida.
Esta decisión llega en un momento en que la economía estadounidense enfrenta desafíos significativos, como la guerra comercial iniciada por la Administración Trump, que ha provocado oscilaciones en las exportaciones netas y un leve retroceso del PIB en el primer trimestre de 2022. Sin embargo, la Fed ha optado por mantener su curso independiente, priorizando la estabilidad económica a largo plazo sobre las presiones políticas a corto plazo.
La Fed se niega a ceder a las demandas de Trump
Desde antes de comenzar su segundo mandato, el presidente Trump ha presionado constantemente al presidente de la Fed, Jerome Powell, para que aplique nuevos recortes en las tasas de interés. Trump ha llegado a afirmar que «NO HAY INFLACIÓN» y que los precios de productos como los huevos y la gasolina han caído, a pesar de que los datos muestran una inflación interanual del 2,4% en marzo.
Sin embargo, la Fed ha dejado claro que seguirá de cerca la evolución de la información económica y que ajustará la política monetaria si surgen riesgos que puedan obstaculizar el logro de sus objetivos de estabilidad de precios y pleno empleo. La institución ha enfatizado que considerará una amplia gama de indicadores, incluyendo datos sobre el mercado laboral, las presiones inflacionarias y la evolución financiera e internacional.
La Fed prioriza la estabilidad a largo plazo
Al mantener los tipos de interés sin cambios, la Fed demuestra su compromiso con la estabilidad económica a largo plazo, incluso si eso implica ir en contra de las demandas a corto plazo del presidente Trump. La Fed está priorizando la prudencia y la responsabilidad sobre las presiones políticas a corto plazo
, afirma un experto en política monetaria.
Esta postura independiente de la Fed es fundamental para preservar la credibilidad y la confianza en la institución, lo que a su vez es clave para mantener la estabilidad financiera y promover un crecimiento económico sostenible a largo plazo. A pesar de las críticas y las presiones, la Fed parece decidida a mantener su curso y cumplir con su mandato de garantizar la estabilidad de precios y el pleno empleo.
La evolución de los indicadores clave
Según los datos más recientes, el desempleo se mantuvo en el 4,2% en abril, el mismo nivel que en marzo, mientras que los precios descendieron un 0,1% en marzo, su primera caída mensual desde mayo de 2020. Sin embargo, el déficit comercial de Estados Unidos aumentó un 14% hasta los 140.500 millones de dólares en marzo, reflejando el impacto de la guerra comercial.
Estos indicadores muestran que la economía estadounidense enfrenta desafíos complejos, con presiones inflacionarias y desequilibrios comerciales, pero también señales de fortaleza en el mercado laboral. La Fed deberá seguir monitoreando de cerca esta evolución y ajustar su política monetaria según corresponda, siempre con el objetivo de preservar la estabilidad a largo plazo.