En una escalofriante noticia, el Gobierno de Perú ha confirmado el hallazgo de los cuerpos sin vida de 13 trabajadores que fueron secuestrados por mineros ilegales y criminales en la provincia de Pataz, región La Libertad. Las víctimas, que brindaban servicios a un minero artesanal con quien la minera Poderosa tenía un contrato de explotación, fueron encontradas maniatadas, vendadas y desnudas en lo que sería un socavón, con un disparo en el cuello.
Según los familiares, los trabajadores dejaron de comunicarse el 27 de abril, cuando se encontraban laborando. El secuestro habría ocurrido el 25 de abril, y los secuestradores habrían exigido una alta suma de dinero a la compañía minera a cambio de su liberación. Lamentablemente, los 13 trabajadores fueron brutalmente asesinados por los criminales.
Pataz, un «territorio sin ley»
La minera Poderosa, en un comunicado, lamentó profundamente el fallecimiento de estas personas y señaló que ya son casi 40 las víctimas mortales de la delincuencia asociada a la minería ilegal en la zona de Pataz. La compañía resaltó que esta región se ha convertido en un «territorio sin ley», donde la violencia impera sin control, segando vidas y sembrando el terror.
Poderosa culpó directamente al Gobierno y al Congreso por la situación de Pataz, indicando que a pesar de la declaración del estado de emergencia y la presencia policial, no se ha podido frenar el deterioro de la seguridad en la zona. La empresa exigió que se tomen medidas urgentes, como la intervención de las bocaminas ilegales donde se refugian las bandas criminales, y la atención de los pedidos de exclusión de mineros informales e ilegales de sus concesiones.
Falta de acción gubernamental
Poderosa también señaló la responsabilidad de la Dirección General de Formalización Minera del Ministerio de Energía y Minas, que no ha atendido los requerimientos para retirar a los mineros ilegales de sus concesiones. Asimismo, criticó al Congreso por las reiteradas ampliaciones del REINFO, que han servido como «manto protector» para que los mineros informales y ilegales sigan operando impunemente.
No será posible derrotar la delincuencia si, a pesar de nuestros reiterados pedidos, la policía sigue sin ingresar e interdictar las bocaminas ilegales, donde se guarecen y desde donde actúan las bandas criminales
, enfatizó la empresa.
Esta trágica situación en Pataz pone de manifiesto la urgente necesidad de que el Gobierno y las autoridades competentes tomen medidas contundentes para recuperar el control de la zona y proteger a los trabajadores de la minería, evitando que más vidas se cobren a manos de la delincuencia asociada a la minería ilegal.