Las elecciones presidenciales en Rumania han tomado un giro inesperado, con el candidato de extrema derecha George Simion liderando la primera vuelta con casi un 40% de los votos. Este resultado ha sorprendido a la clase política y a la comunidad internacional, que ahora se enfrentan a la posibilidad de que Simion se convierta en el próximo presidente del país.
Simion, de la Alianza por la Unión de los Rumanos (AUR), ha logrado capitalizar el descontento de una parte importante del electorado con los partidos tradicionales y la clase política establecida. Su discurso nacionalista, anti-establishment y crítico con la Unión Europea ha resonado entre aquellos que se sienten marginados por el sistema político actual.
Una Carrera Hacia la Segunda Vuelta
Tras el sorprendente resultado de la primera vuelta, Simion se enfrentará en la segunda ronda a Crin Antonescu o Niusor Dan, candidatos respaldados por la coalición gobernante. El voto de la diáspora rumana, que tradicionalmente ha sido un factor clave en estos comicios, podría ser decisivo para determinar quién será el rival de Simion.
Antonescu, candidato independiente pero apoyado por el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL), obtuvo un 20,83% de los votos, mientras que Dan, alcalde de Bucarest y respaldado por una alianza de partidos, logró un 20,4%.
Reacciones y Preocupaciones
Tras conocerse los resultados, Simion publicó un mensaje en redes sociales reiterando su lealtad a Calin Georgescu, el candidato ultraderechista cuya victoria en las elecciones de noviembre de 2025 fue anulada por el Tribunal Constitucional debido a irregularidades en la financiación y actividad fraudulenta.
Por su parte, Antonescu y Dan han adoptado una postura cautelosa, llamando a esperar el recuento final de votos y a mantener la calma. Ambos han hecho un llamamiento a la unidad y a la democracia, conscientes de la polarización que genera la irrupción de Simion.
«La democracia es una batalla, una batalla de ideas, pero nunca debemos olvidar que somos hijos del mismo país y que al final de la batalla todos debemos avanzar» – Crin Antonescu
Las elecciones de este año son una repetición de las celebradas en noviembre de 2025, que fueron anuladas por el Tribunal Constitucional debido a irregularidades. Ahora, con 17,9 millones de personas habilitadas para votar y 159 observadores internacionales, Rumania se enfrenta a un escenario político incierto y preocupante.