Universidad de Chile se impuso este sábado por la mínima diferencia a Universidad Católica en el clásico universitario 200, con un gol de Rodrigo Contreras en la última jugada del partido disputado en el Estadio Nacional.
Tras el pitazo final en el principal coliseo deportivo del país, el entrenador de los azules, Sebastián Álvarez, entregó sus sensaciones sobre el triunfazo del local en la agonía. «Es valiosísimo por lo que significa para la gente de La U (…) más que un festejo, termina siendo como un desahogo»
, indicó el estratega argentino.
Álvarez agregó que «El año pasado fue un partido cerrado, pero con resultado inverso. Esta vez se nos dio a nosotros»
, destacando la importancia del resultado para la afición universitaria.
Entrando más en el análisis del encuentro, el DT campeón con Huachipato señaló que «Tiramos muchos centros, pero faltó claridad. El segundo tiempo se hizo entreverado, con ellos cerrados y nosotros buscando por todos los medios. Lo conseguimos en la última, y me parece un resultado justo»
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Orgullo en el Bando Cruzado
Por su parte, el entrenador de Universidad Católica, Tiago Nunes, prefirió mirar el vaso medio lleno. «No tengo nada que reprochar, estoy orgulloso de mis jugadores, se esforzaron al máximo y deberíamos haber salido con un punto de acá. Tenemos que seguir trabajando»
, apuntó en rueda de prensa.
El estratega brasileño agregó que «Estoy satisfecho con el rendimiento de mi equipo por el contexto y con quién nos tocó jugar. Nos enfrentamos al equipo líder en su grupo de la Copa Libertadores, la mejor versión de la U de los últimos dos o tres años. Que propone, pero no logró generar nada»
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Respecto al tardío tanto del ‘Tucu’ Contreras para los azules, Nunes señaló: «No hay ninguna conexión con el partido. Vimos un gol de pelotazo largo. El resultado debería ser un empate, en ese minuto lo dábamos por firmado»
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El entrenador cruzado también se desmarcó de señalar a algún jugador como responsable del gol en contra, afirmando que «No nombraré a (Tomás) Asta-buruaga como responsable. Aquí el que hace los equipos soy yo y cualquiera pudo haber fallado. Si (Sebastián) Arancibia estuviese un centímetro adelante o atrás. Hay miles de cosas que pudieron suceder. Mis jugadores saben cómo preparar la semana, no tengo nada que reprochar»
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